30:3.10 (339.7) 5. Los Distintos Cuerpos de Reserva. Se movilizan en Uversa vastas reservas de seres que no están bajo nuestra supervisión inmediata como colonia de cuerpo de reserva. En Uversa hay setenta divisiones primarias de estas colonias; pasar una temporada con estas extraordinarias personalidades constituye una verdadera educación liberal. En Salvington y en otras capitales de los universos se mantienen reservas generales similares; éstas se envían al servicio activo por requisición de sus respectivos directores de grupo.
30:3.11 (339.8) 6. Los Estudiantes Visitantes. De todas partes del universo fluye un caudal constante de visitantes celestiales hacia los varios mundos sede central. Como individuos y como clases estos varios tipos de seres convergen sobre nosotros como observadores, estudiantes de intercambio y ayudantes de los estudiantes. En Uversa, presentemente, hay más de mil millones de personas en esta colonia de cortesía. Algunos de estos visitantes pueden quedarse un día, otros, un año, todo depende de la naturaleza de su misión. Esta colonia contiene prácticamente todas las clases de seres universales excepto las personalidades Creadoras y los mortales morontiales.
30:3.12 (340.1) Los mortales morontiales son estudiantes visitantes sólo dentro de los confines del universo local de su origen. Pueden visitar en calidad superuniversal sólo después de haber logrado el estado de espíritu. Una plena mitad de nuestro grupo de visitantes consiste en «paradas intermedias», seres que están en camino a otro lado y se detienen para visitar la capital de Orvonton. Estas personalidades pueden estar realizando una asignación universal o estar disfrutando un período de recreación —libertad de asignaciones. El privilegio del viaje y de la observación intrauniversal es parte de la carrera de todos los seres ascendentes. El deseo humano de viajar y observar nuevos pueblos y mundos será plenamente gratificado durante el largo período de ascensión pletórica al Paraíso, a través del universo local, los superuniversos y el universo central.
30:3.13 (340.2) 7. Los Peregrinos Ascendentes. A los peregrinos ascendentes se les asigna a servicios distintos en relación con su progresión hacia el Paraíso, y se los domicilia como colonia de cortesía en las distintas esferas sede central. Al funcionar aquí y allá en todo un superuniverso, estos grupos son en gran parte autogobernados. Son un grupo en constante cambio que abraza todas las órdenes de los mortales evolucionarios y de sus asociados ascendentes.
4. Los Mortales Ascendentes
30:4.1 (340.3) Aunque los mortales sobrevivientes del tiempo y del espacio se denominan peregrinos ascendentes cuando se los acredita para la ascensión progresiva al Paraíso, estas criaturas evolucionarias ocupan un lugar tan importante en estas narrativas que deseamos aquí presentar una sinopsis de las siguientes siete etapas de la carrera ascendente universal:
30:4.2 (340.4) 1. Mortales Planetarios.
30:4.3 (340.5) 2. Sobrevivientes Adormecidos.
30:4.4 (340.6) 3. Estudiantes en los Mundos de Estancia.
30:4.5 (340.7) 4. Progresistas de Morontia.
30:4.6 (340.8) 5. Pupilos de los Superuniversos.
30:4.7 (340.9) 6. Peregrinos de Havona.
30:4.8 (340.10) 7. Aquellos que Llegan al Paraíso.
30:4.9 (340.11) La narrativa siguiente presenta la carrera universal de un mortal morado por un Ajustador. Los mortales fusionados con el Hijo o con el Espíritu comparten porciones de esta carrera, pero hemos elegido contar esta historia en cuanto se refiere a los mortales fusionados con el Ajustador, porque ése es el destino que pueden anticipar todas las razas humanas de Urantia.
30:4.10 (340.12) 1. Mortales Planetarios. Los mortales son todos seres evolucionarios de origen animal, con potencial ascendente. En origen, naturaleza y destino estos distintos grupos de seres humanos son mucho como los pueblos de Urantia. Las razas humanas de cada mundo reciben el mismo ministerio de los Hijos de Dios y disfrutan de la presencia de los espíritus ministrantes del tiempo. Después de la muerte natural, todos los tipos de ascendentes fraternizan como una sola familia morontial en los mundos de estancia.
30:4.11 (341.1) 2. Sobrevivientes Adormecidos. Todos los mortales de estado de sobrevivencia, bajo la custodia de los guardianes personales del destino, pasan por las compuertas de la muerte natural y, en el tercer período, se personalizan en los mundos de estancia. Aquellos seres acreditados que, por cualquier razón, han sido incapaces de lograr ese nivel de dominio de la inteligencia y dote de espiritualidad que les permitiría con-tar con guardianes personales, no pueden por lo tanto ir directa e inmediatamente a los mundos de estancia. Dichas almas sobrevivientes deben descansar en un sueño inconsciente hasta el día del juicio de una nueva época, una nueva dispensación, la llegada de un Hijo de Dios para pasar lista a la edad y adjudicar el reino, y ésta es la práctica general en todo Nebadon. Se dijo de Cristo Micael que, cuando ascendió a las alturas al fin de su labor en la tierra: «Condujo a una gran multitud de cautivos». Y estos cautivos eran los sobrevivientes adormecidos desde los días de Adán hasta el día de la resurrección del Maestro en Urantia.
30:4.12 (341.2) El paso del tiempo no es de importancia para los mortales adormecidos; están totalmente inconscientes y desapercibidos de la longitud de su reposo. Al reensamblarse la personalidad al fin de una época, aquellos que han dormido cinco mil años no reaccionan diferentemente de los que tan sólo han descansado cinco días. Aparte de este atraso en el tiempo, estos sobrevivientes pasan a través del régimen de ascensión en forma idéntica a la de aquellos que evitan el sueño más largo o más corto de la muerte.
30:4.13 (341.3) Se utilizan estas clases dispensacionales de peregrinos de los mundos para las actividades morontiales de grupo en las tareas de los universos locales. Existe una gran ventaja en la movilización de grupos tan enormes; de este modo se los mantiene juntos por largos períodos de servicio eficaz.
30:4.14 (341.4) 3. Estudiantes de los Mundos de Estancia. Todos los mortales sobrevivientes que despiertan en los mundos de estancia pertenecen a esta clase.
30:4.15 (341.5) El cuerpo físico de la carne mortal no es parte del reensamblaje del sobreviviente adormecido; el cuerpo físico ha regresado al polvo. El serafín de asignación patrocina el nuevo cuerpo, la forma morontial, como nuevo vehículo de vida para el alma in-mortal y para recibir al Ajustador que ha retornado. El Ajustador es el custodio de las transcripciones espirituales de la mente del sobreviviente adormecido. El serafín de asignación es el que mantiene la identidad sobreviviente —el alma inmortal— hasta donde haya evolucionado. Y cuando estos dos, el Ajustador y el serafín, reúnen sus fideicomisos de personalidad, el nuevo individuo constituye la resurrección de la antigua personalidad, la supervivencia de la identidad evolutiva morontial del alma. Dicha reasociación de alma y Ajustador se denomina en forma totalmente apropiada, una resurrección, un reensamblaje de los factores de la personalidad; pero aún esto no explica enteramente la reaparición de la personalidad sobreviviente. Aunque tal vez vosotros no comprendáis jamás el hecho de dicha transacción inexplicable, alguna vez conoceréis experiencialmente la verdad de esto si no rechazáis el plan de la sobrevivencia mortal.
30:4.16 (341.6) El plan de detención mortal inicial en los siete mundos de capacitación progresiva es casi universal en Orvonton. En cada sistema local de aproximadamente mil planetas habitados, hay siete mundos de estancia, generalmente satélites o subsatélites de la capital del sistema. Son los mundos de recepción para la mayoría de los mortales ascendentes.
30:4.17 (341.7) A veces todos los mundos de capacitación de residencia mortal se denominan «estancias» del universo, y fue a estas esferas a las que Jesús aludió cuando dijo: «En la casa de mi Padre muchas moradas hay». De aquí en adelante, dentro de un grupo dado de esferas tales como los mundos de estancia, los ascendistas progresarán individualmente de una esfera a la otra y de una fase de la vida