El peronismo y la consagración de la nueva Argentina. Carlos Piñeiro Iñíguez. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Carlos Piñeiro Iñíguez
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789507547096
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por haber puesto fin a un período “al margen de la Constitución y de las leyes”. Los senadores nacionales José P. Tamborini y Eduardo Laurencena y el dirigente Enrique Mosca hicieron llegar las mismas expresiones. Al día siguiente, el Comité Nacional de la UCR, con las firmas de Gabriel Oddone, Raúl Rodríguez de la Torre, José Víctor Noriega y Julio F. Correa, dio a conocer una declaración, en la que calificaban de “gesto de patriótica inspiración” el hecho de que las Fuerzas Armadas reencauzasen las instituciones, “como consecuencia del período de desborde y de impudicia impuesto a la República por gobiernos al margen de la voluntad popular”. También los revisionistas bonaerenses, el día 5, con la firma de Salvador Cetrá, Ricardo Balbín, Oscar Alende, Alejandro H. Leloir y Guillermo Martínez Guerrero enviaron una nota al general Rawson, expresando que compartían “la emoción patriótica provocada por la decisión revolucionaria” que había puesto fin a “un régimen de bochorno”. Además, adherían a lo expresado en la proclama que “coincide con el anhelo vehemente del pueblo y con los móviles de nuestro movimiento”. Una semana después, y cuando ya se conocía la intervención federal a la provincia, también las autoridades unionistas de la UCR bonaerense, con la firma de Ernesto C. Boatti, Orlando Erquiaga y Mario Giordano Echegoyen, presidente y secretarios, respectivamente, de la Mesa Directiva del Comité de la Provincia, apoyaban la acción militar y manifestaban su “confianza en la palabra empeñada” por el general Ramírez. Por su parte, Crisólogo Larralde, como presidente del comité de Avellaneda, vinculaba la Revolución de Junio con la necesidad de renovar al Partido. Señalaba que las Fuerzas Armadas de la Nación, “al expulsar de las posiciones a los hombres organizadores del fraude [...] hicieron algo más que deponer a un grupo de personas o a un partido de las posiciones que habían usurpado. Iniciaron una nueva etapa que impone deberes indeclinables al ciudadano, a los partidos políticos, a las instituciones”, y a partir de esas consideraciones, pedía la renuncia de las autoridades partidarias bonaerenses y que se entregase la dirección a “un grupo de hombres destacados del radicalismo nacional”. También Amadeo Sabattini inicialmente expresaba su apoyo: “Si las armas llegan con el imperio de la fuerza para regenerar la República... ¡bien!”, y el gobernador radical de Córdoba, Santiago del Castillo, al acusar recibo de la comunicación oficial de Rawson, expresó su adhesión a “los fines expuestos en la proclama dada a publicidad al realizarse el movimiento militar”. Luego, al producirse la intervención a la provincia, Del Castillo sería nombrado presidente de la Corporación de Transportes Urbanos, reiterando, el 28 de junio, al asumir ese cargo, esa adhesión70.

      1.3.d) Actitudes y conductas de los demás partidos políticos