37 Efesios 1:5; Gálatas 4:5.
38 Efesios 2:6.
39 1 Samuel 24:13.
40 1 Samuel 24:14
41 Salmo 91:3; 124:7.
42 Salmo 35:25.
43 Dado que en el siglo xxi los pozos ya no son habituales, puede que esta figura resulte para algunos un tanto extraña y difícil de comprender. Pero en el siglo xix y hasta mediados del siglo xx, cuando en muchos lugares los pozos eran el medio habitual de suministro de agua, este era el mecanismo más eficaz y más utilizado de extracción: dos cubos atados a los dos extremos de una cuerda que se deslizaba sobre una polea; al tirar de la cuerda, cuando uno subía el otro bajaba, mientras uno se vaciaba en otro se llenaba.
44 1 Samuel 5:12.
45 2 Samuel 24:17.
46 2 Crónicas 16:12.
47 Éxodo 30:1-8; Cantares 3:6; Lucas 1:9; Apocalipsis 8:4.
48 2 Crónicas 32:8; Jeremías 17:5.
49 Salmo 103:3.
50 Salmo 107:20.
51 Isaías 19:22.
52 En hebreo יְֽהוָ֗ה הֶֽעֱלִ֣יתָ מִן־שְׁאֹ֣ול נַפְשִׁ֑י חִ֝יִּיתַ֗נִי [מִיֹּורְדֵי־ כ] מִיָּֽרְדִי־בֹֽור Yahweh he‘ĕlîṯā min-šə’ōwl nap̄šî ḥîyîṯanî [mîyōwrḏê-ḵ] (mîyārəḏî-ḇōwr). SCHÖKEL traduce: “Señor, alzaste mi vida del Abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa”. KRAUS: “Oh Yahvé, sacaste del Sheol mi alma, me llamaste a la vida de entre los que se hunden en la fosa”; y añade: «El contraste entre la vida y la muerte es vivísimo. Yahvé hizo salir de la esfera de la muerte al orante del salmo. Lo separó del grupo de los que descienden a la “fosa”. בֽוֹר ḇōwr es aquí una expresión plástica que reúne en sí la imagen del sepulcro y del שְׁא֣וֹל sheol».
53 Esa misma es la interpretación unánime de los Padres de la Iglesia y comentaristas de la antigüedad para quienes David era tan solo el tipo o figura de Cristo. JERÓNIMO DE ESTRIDÓN [347-420] apostilla: «Me vivificaste, para que no descendiese al lago».
54 El vocablo hebreo utilizado aquí por el salmista es muy explícito: חֲסִידָ֑יו ḥăsîḏāw. Recomendamos al lector leer en este sentido los comentarios exegéticos a los demás Salmos en los que aparece 31:23; 37:28; 85:8; 97:10; y 148:14. Fuera de los Salmos solo lo encontramos en 1 Samuel 2:9 y Proverbios 2:8.
55 Deuteronomio 7:6; 14:2; Juan 6:37; 6:44; 15:16; Romanos 8:28-30; Efesios 1:4-5,11; 2:10; 1 Pedro 2:9.
56 Hechos 20:28; 1 Corintios 6:20.
57 Hebreos 10:10; 13:12.
58 Hebreos 13:15.
59 Isaías 6:2-3.
60 Dice en este mismo sentido BASILIO DE CESAREA [326-379] al comentar este versículo en sus “Homiliae super Psalmos”: «No cantan al Señor propiamente ni celebran la memoria de su santidad quienes se limitan a repetir frases con su boca sin meditarlas en su corazón, sino aquellos en los que cada palabra y cada nota brota de un corazón puro, que obran en justicia delante de Dios y aplican a su vida todo cuanto cantan. ¡Pues cuántos hay aquí que viniendo de la fornicación, del hurto, de la mentira, se juntan a entonar salmos! ¡Cuántos hay que cantan con sus bocas mientras sus mentes traman engaño! Creen que cantan a Dios, pero en verdad no le están cantando. Porque en la Escritura leemos que: “No puede el árbol malo dar frutos buenos” (Mateo 7:18), ni un corazón inicuo pronunciar palabras de vida. Por tanto: “haced bueno el árbol, y bueno su fruto” (Mateo 12:33). Limpiad primero vuestros corazones para que den fruto del Espíritu (Mateo 3:8; Gálatas 5:22-23), y una vez santificados podáis cantar salmos propiamente y celebrar “la memoria de su santidad”».
61 Mateo 7:8.
62 2 Samuel 24:15-16.
63 Las palabras del salmista en este versículo han sido una experiencia práctica para miles de creyentes a lo largo de la historia, y centenares de mártires entregaron sus vidas con ellas en los labios. Durante la feroz persecución desencadenada en 1576 en los Países Bajos por FERNANDO ÁLVAREZ DE TOLEDO [1607-1682], tercer duque de Alba, que segó la vida de dieciocho mil creyentes reformados, cuentan las crónicas que uno de ellos llamado John Herwin, antes de ser estrangulado y su cadáver quemado en la hoguera entonó el Salmo 30. JAMES HANNINGTON [1847-1885], misionero anglicano y primer obispo en África, donde puso en marcha innumerables escuelas y abrió numerosos hospitales ayudando a miles de personas, encarcelado, torturado y ejecutado por mandato del rey de Buganda Mwanga II, escribió en su diario: «29 de Octubre de 1885, jueves: Octavo día de encarcelamiento. No he tenido contacto con nadie ni tengo noticias, pero ha venido a mi mente Salmo 30 y me ha devuelto el ánimo. La pasada noche escuché cómo una hiena aullaba cerca de mí, oliendo probablemente mi final, pero la esperanza no me ha abandonado». Fue la última entrada que escribió en su diario.
64 Salmo 37:2; Isaías 40:7-8; 1 Pedro 1:24,
65 Génesis 27:28; Oseas 14:5.
66 Isaías 54:7-8.
67 Con toda probabilidad una alusión a 2 Pedro 1:19: και φωσφορος ανατειλη εν ταις καρδιαις υμων, “y el lucero de la mañana (φωσφορος – estrella del alba, astro matinal) alboree en vuestros corazones”.
68 Mateo 9:15; Marcos 2:20; Lucas 5:35.
69 Isaías 60:1; Malaquías 4:2.
70 Dice ARNOBIO EL JOVEN [siglo V]: «Así como el mundo fue maldito en la muerte de Adán, así fue también revelada la vida en la resurrección de Cristo de entre los muertos (Romanos 5:12-21) […] “Al atardecer se hospeda el llanto, pero al amanecer hay gritos de alegría”. Tan pronto despunto el alba en la mañana de la resurrección, se disiparon todas las sombras terrenales y cayeron vencidas las tinieblas, desapareció el llanto y nos inundo en gozo. En ello se fundamenta la hermosura de nuestra fe».
71 Mateo 17:6.
72 Éxodo 12:30.
73 Así traduce la versión inglesa KJV: “in his favour is life”. Compárese con Juan 1:4: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”.
74 Mateo 25:31-46.
75 Salmo 125:3.
76 Salmo 127:2.
77 Malaquías 4:2.
78 El original inglés es: “When in our Father’s happy land / We meet