28 Job 31:6; Daniel 5:27; 1 Corintios 9:27.
29 Salmo 137:17.
30 Los comentaristas de los primeros siglos no ven en este “Examíname, escudríñame y pruébame” la más leve sombra de vanagloria, sino una petición humilde de ser escrutado exhaustivamente por Dios y corregido en todo cuanto sea preciso.
–CASIODORO [485-583]: «No dice “escudríñame y pruébame” con presunción sino con un sano anhelo de mejora; porque cuando Dios nos “escudriña y prueba” nos redarguye de pecado (Juan 16:8), nos hace recapacitar y nos ayuda a potenciar los beneficios del arrepentimiento».
–AGUSTÍN DE HIPONA [354-430]: «Escudríñame a fondo, oh Señor, para que ninguno de mis pecados secretos permanezca oculto; no a ti, para quien nada hay oculto, sino a mí mismo y a los que me rodean».
31 En hebreo בְּחָנֵ֣נִי bəḥānênî de בָּחַן bachan; וְנַסֵּ֑נִי wənassênî de נָסָה nasah; y צָרְפָ֖ה ṣārəp̄āh de צָרַף tsaraph. Ver al respecto la nota 25.
32 PEDRO ABELARDO [1079-1142], uno de los más insignes filósofos, teólogos y poetas de la Edad Media, en una de sus cartas a ELOÍSA [1092-1164], también filósofa y escritora, joven alumna, amante, y esposa de Abelardo, pero recluida en un convento, la consuela, fortalece e invita a la resignación citándole las palabras de este versículo “Examíname, oh Señor, y pruébame”: «Es como si el salmista dijera ‘Señor, examina los límites de nuestra fortaleza, y ajusta a ella la carga a soportar’ Oh Señor, tú que has sido causa de división y separación en este mundo (Mateo 10:34-36), haz que allá en el cielo seamos de nuevo una sola cosa en ti. Amén» ABELARDO y ELOÍSA encarnan probablemente la historia de un amor imposible más famosa de todos los tiempos sobre la que se han escrito numerosos libros, pintado cuadros y compuesto obras teatrales. Abelardo era un joven y talentoso discípulo de ANSELMO [1033-1109] que vivía en casa de Fulberto, canónigo de París; Eloísa una bella joven también de talento excepcional, sobrina de Fulberto, el cual accedió a que Abelardo se ocupara de su educación retórica y filosófica. Pero surgió el amor, se desencadenó la pasión y Eloísa quedó embarazada. Abelardo decidió raptarla y llevarla a casa de su hermana en Bretaña, donde dio a luz un niño y se casó en secreto con ella; pero cuando regresó a París, Fulberto lo esperaba para ejecutar su venganza y mandó que lo castraran. Eloísa desesperada ingresó en un convento y no volvieron a verse físicamente desde entonces. Abelardo, aunque rechazado para la vida monástica, se recluyó en vida austera, hizo construir un hermoso monasterio para Eloísa y sus monjas, y dedicó el resto de sus días al estudio. Ambos siguieron escribiéndose, manteniendo así su amor imposible hasta la muerte de Abelardo. Al morir también Eloísa fueron enterrados juntos con el siguiente epitafio: «Aquí bajo la misma losa, descansan el fundador de este Monasterio: Pedro Abelardo y su primera Abadesa, Eloísa, unidos otro tiempo por el estudio, el talento, el amor, un himeneo (casamiento) desgraciado, y la penitencia. Confiamos que ahora estén juntos en felicidad eterna».
33 1 Samuel 24:5, RVR1970. LBLA traduce: “la conciencia de David le remordía».
34 1 Juan 3.
35 AGUSTÍN DE HIPONA [354-430] dice al respecto: «“Quema mis riñones y mi corazón” Aplica a mis pensamientos y placeres una purificación correctiva como por fuego. Para que deje de pensar en lo malo y de encontrar en ello deleite alguno. Purifica mis pensamientos (riñones) con el fuego de tu palabra; y mis placeres (corazón) con el fuego de tu espíritu: ese fuego del que “nadie se libra de su calor” (Salmo 19:6) y sobre el cual dice el propio Señor: “Fuego vine a echar en la tierra; y ¡cómo deseo que se haya encendido ya!” (Lucas 12:49)».
36 En hebreo כִּֽי־חַ֭סְדְּךָ לְנֶ֣גֶד עֵינָ֑י וְ֝הִתְהַלַּ֗כְתִּי בַּאֲמִתֶּֽךָ kî-ḥasdəḵā ləneḡeḏ ‘ênāy wəhiṯhallaḵtî ba’ămitteḵā de חָ֫סֶד checed, “misericordia o bondad del pacto”; y אֱמֶת emeth, “fidelidad, verdad”. Sobre este versículo KRAUS formula una interesante reflexión: «Ahora bien, ¿cómo puede Yahvé ser חָ֫סֶד (bondad del pacto) “delante de los ojos” de alguien? ¿Qué idea subyace a todo esto? Podríamos aducir como pasaje paralelo un versículo del Salmo 16: “A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré zarandeado” (Salmo 16:8). La חָ֫סֶד checed “fidelidad clemente y bondadosa” de Yahvé al pacto ¿se manifiesta mediante una teofanía? ¿se refiere el orante a una manifestación del חָ֫סֶד checed, de Yahvé, que hubiera tenido lugar durante el culto? Pero caminar en la אֱמֶת emeth, “verdad” de Yahvé significa aquí ciertamente: vivir recibiendo las muestras constantes y fiables de la bondadosa fidelidad de Dios al pacto. El חָ֫סֶד checed, la “bondad” del pacto se experimenta en el acto de recibir la atención de Yahvé. La אֱמֶת emeth, “verdad”, se muestra en la constancia y permanencia de la actitud clemente y bondadosa de Yahvé […] El salmo está impregnado de la viva certeza de que nada puede separarme de la bondad de Dios, que se muestra activa en el lugar de su presencia (Romanos 8:33-39). La comunidad del nuevo testamento recogerá y entenderá el salmo con la mira puesta en Jesucristo pero lo hará de tal manera que, en esta lucha por la justicia, no se suprima nada de la realidad concreta de esta vida». [“Los Salmos, V. I” Hans-Joachim Kraus; Ediciones Sígueme, Salamanca 1993].
37 Génesis 1:26-27; 9:6; Efesios 4:24; Colosenses 3:10; Santiago 3:9.
38 2 Corintios 5:17; Efesios 4:22-24; Colosenses 3:9-10; Gálatas 5:16-18;
39 Lucas 8:26.39.
40 Job 8:20. En la Vulgata: “nec porriget manun malignis”, “ni alargará la mano a los malvados”. La BLP traduce: “ni tiende la mano al malvado”.
41 Salmo 119:142.
42 Salmo 51:6.
43 Salmo 51:17.
44 Efesios 2:6.
45 2 Reyes 3:6; 7:3; Salmo 110:1; Miqueas 4:4; Zacarías 6:13.
46 Mateo 8:11.
47 Números 33:55.
48 Salmo 120:5.
49 La versión griega de los LXX o Septuaginta lee: οὐ καταἵζω μετά συνέδριον ματαιότης que la Vulgata traduce al latín como: “Non sedi cum concilio vanitatis”, “no me senté en asamblea de vanidad”. Sobre esto comentaron los Padres de la Iglesia:
–AGUSTÍN DE HIPONA [354-430]: «¿Qué quiere decir con esto de “no me he sentado en asamblea de vanidad”? Que no puso su corazón en ella. Porque es posible sentarse en una asamblea sin estar presente. Digamos a modo de ejemplo, que renuncias a ocupar un asiento en el circo porque sabes que habrá escenas impropias de un cristiano; pero luego piensas en esas escenas y te recreas en ellas; en tal caso, aunque no estés presente físicamente tu corazón está sentado allí. Y puede suceder también a la inversa, que movido por el amor cristiano un creyente decida rescatar a un gladiador y acuda al circo con este propósito; que ocupe una localidad y espere a que todo termine para llevar a cabo su objetivo; la tal persona habrá ocupado físicamente un asiento en la “asamblea de vanidad”, pero su corazón jamás ha estado sentado allí».
–CASIODORO [485-583]: «“No me senté en asamblea de vanidad”, es decir, no tomé parte en ella, no participé en las deliberaciones de los inicuos ni refrendé sus planes. Porque puede darse el