¿Por qué el equipo no afrontó la final de la Copa del mundo como un obstáculo mayor? Porque los jugadores estaban bien preparados y creyeron en su capacidad para tener éxito, habiendo demostrado destrezas superlativas en su camino a la final. Este equipo australiano ganó la final de la Copa del mundo en un despliegue con estilo de las habilidades del rugby.
Pocos atletas encontrarán el equilibrio desafío-habilidad en una final de la copa del mundo. Para la mayoría, ésta presentaría una situación donde los desafíos superarían tremendamente a las destrezas, y se encontrarían experimentando ansiedad. Cada persona puede encontrar su propio equilibrio apropiado a su estado actual del potencial de habilidades, y de este modo dar un marco para la fluencia. Los desafíos pueden ser definidos de manera personal, y pueden ser muy diferentes de las demandas obvias procuradas por la estructura de una prueba deportiva. Por ejemplo, la mayoría de los deportes están diseñados con la meta de superar a los oponentes como desafío principal. De todas maneras, esta necesidad no tiene que ser la principal en las mentes de todos los atletas que participan en la competición. Es lo que el atleta escoge para definir como desafío lo que determina cuáles son las habilidades necesarias para encajar con la oportunidad percibida.
Las destrezas están establecidas según un rango de límites para diferentes individuos, esto es, todos diferimos en nuestras propias capacidades en diferentes áreas. De todos modos, no son las destrezas objetivas las que llegan a ser cruciales en el equilibrio DH, sino más bien cómo las percibe uno en relación con los desafíos relevantes (véase capítulo 3). Es importante darse cuenta de que lo que tú crees que puedes hacer determinará tu experiencia más que tus capacidades reales. Como dijo un corredor que discutía sobre los factores importantes para alcanzar la fluencia: «Pienso que probablemente lo más importante es la sensación de que tengo la capacidad para alcanzar esa situación».
En la mayoría de situaciones deportivas es muy corriente que los desafíos sean muy grandes, lo cual convierte en cruciales los componentes de la habilidad o la confianza. Siempre pueden incrementarse los desafíos, pero aumentar la confianza es algo más difícil. Para los atletas de élite, las expectativas de rendimiento son a menudo estresantes porque las exigencias son muy grandes. Ser capaz de convertir los agentes estresantes en desafíos es una clave para fluir, tal como lo describe el ciclista Simon:
Creo que hay un cierto punto en el cual puedes convertir las situaciones estresantes en desafíos -en lugar de agentes estresantes-, que es donde la fluencia se desencadena. Y allí te diriges, y es como si nada se pudiese interponer en tu camino.
Es necesaria la confianza en uno mismo para ser capaz de cambiar la ejecución de una situación particular. Para desarrollar esa confianza es más útil pensar en los éxitos pasados que en las derrotas. Ello ayuda a focalizar la mente en tus fuerzas actuales, cualesquiera que éstas sean.
COMPONENTE DE LA FLUENCIA N° 2: FUSIÓN ACCIÓN-ATENCIÓN
Cuando te sientes como una unidad con los movimientos que estás haciendo, estás experimentando la segunda dimensión de la fluencia: la fusión de la acción y la atención. Digamos que, en lugar de que la mente mire al cuerpo desde fuera, la mente y el cuerpo se funden en uno. Son los momentos a los que el poeta William B. Yeats hace referencia en este verso:
Oh cuerpo mecido por la música,
oh mirada iluminadora,
¿cómo podemos diferenciar el bailarín
del baile?
Esta unidad con el movimiento no requiere esfuerzo en la fluencia. En realidad el feedback se procesa en la mente de manera espontánea, igual que se respira o se pedalea, como parte de un proceso sin diferencias. Y es este proceso, el del cuerpo y la mente actuando en los límites de sus capacidades y al mismo tiempo haciéndolo sin esfuerzo, el que finalmente hace que uno se quede totalmente absorto, esto es, el que conduce a la fusión de la acción y la atención. Cuando esto ocurre, una persona se siente en unidad con sus acciones. Simon explica lo que pasa cuando se siente como si se transformase en una unidad con su bicicleta:
No parece que estés montando una bicicleta. Te sientes completamente como si todo fuese una pieza de maquinaria trabajando conjuntamente... como si fueses una parte de esa máquina con la que naciste, y así es como te desplazas.
Diferentes atletas describen esta unidad con variedad de expresiones, dependiendo de su especialidad. Los remeros explican que el remo deviene una extensión del brazo; los jugadores de baloncesto se sienten literalmente fundidos con el equipo -como los brazos se sienten parte del cuerpo- y cuando lanzan a canasta, el arco del balón en dirección a la canasta es como la extensión de su mente y de su voluntad.
La acción y la atención se funden únicamente cuando se llega a estar totalmente absorto en lo que se está haciendo. Esto sucede cuando sientes que tienes las habilidades para superar tu desafío y cuando centras toda tu atención en la tarea encomendada. Como con todas las dimensiones de la fluencia, la función acción-atención es parte de una experiencia holística y depende de los otros componentes. Los atletas describen la experiencia de encontrarse completamente absortos en términos muy positivos: «Todo lo encuentro muy tranquilo y fluido», «Estoy totalmente absorto en mi estilo», «Estoy en la brecha». Algunos atletas insisten en que ninguna otra cosa acapara su atención durante esas ocasiones. Uno de ellos apunta, por ejemplo: «Eso era lo único importante en toda la mi vida». La atención llega a estar tan focalizada en la prueba que los atletas cuentan que no ven u oyen nada ni a nadie más. Para otros deportistas, los ruidos y los movimientos del público se doblan dentro de la totalidad de la experiencia.
Los deportistas que fluyen sienten que sus acciones se ejecutan sin esfuerzo y son espontáneas. Aunque uno puede estar haciendo un esfuerzo sobrehumano, en ese momento lo nota como algo completamente natural. Los jugadores y los participantes describen el fenómeno de esta manera: «Las cosas ocurren automáticamente», «Las reacciones son más rápidas; parece que las cosas simplemente ocurran», «Confiando totalmente en los sentidos de mi cuerpo». Uno incluso dijo: «De algún modo, me sentí como si estuviese teledirigido».
Estas sensaciones aparecen durante la fusión de los procesos mentales con los físicos, creando una sensación unificada y un ajustado sentido de coordinación de los movimientos. La conciencia unificada que acompaña a la fusión de acción y atención es quizás el aspecto más revelador de la experiencia de fluencia.
Aun así, otros atletas mencionan sensaciones de estar flotando o fluyendo, en las que sienten que las cosas son sencillas. Un sentido de ligereza y de facilidad de movimientos es también a menudo mencionado, a medida que los deportistas experimentaban un cambio en las percepciones del esfuerzo y de su cuerpo físico en el espacio. Debido a la exigente naturaleza de algunos deportes, a menudo los deportitas se sienten exhaustos, doloridos, casi incapaces de mover un músculo llegado un momento. Los corredores de maratón, los nadadores de largas distancias y los esquiadores de fondo, por ejemplo, deben extraer una enorme reserva de voluntad y estamina para acabar sus actuaciones. Y a pesar de todo, incluso entre estas experiencias dolorosísimas y atroces, los deportistas describen momentos en los que son capaces de ignorar el dolor y entrar en un ritmo sin esfuerzo que transforma la agonía en un éxtasis. A menudo los atletas se refieren a esos momentos como «estar en la zona».
La experiencia de fundir el yo con las acciones que uno está haciendo aporta sensaciones muy positivas, que a menudo dejan al atleta una sensación de estar «chutado». Recordar estos momentos devuelve las emociones positivas de fluencia y puede ser una fuente de motivación, capaz de crear un mecanismo que permita volver de nuevo a ese estado óptimo.
COMPONENTE DE LA FLUENCIA N° 3: METAS CLARAS
Las metas dirigen la