Hace quince años era difícil encontrar un texto específico sobre estiramientos, pero hoy hay muchísimas referencias. Se ha escrito todo, desde las técnicas de estiramiento de la “New Age” hasta los estiramientos para las artes marciales y su aplicación clínica bien detallada para los profesionales.
Sin embargo, hasta ahora nada ha cubierto el tema de la anatomía y la fisiología que se encuentran tras los estiramientos y la flexibilidad. Ningún libro nos ha metido dentro del cuerpo y mostrado los músculos primarios y secundarios en acción durante el proceso del estiramiento. En esto se diferencia Anatomía y estiramientos.
En Anatomía y estiramientos se observan los estiramientos desde todos los ángulos, incluidas la fisiología y la flexibilidad; los beneficios de los estiramientos; los diferentes tipos de estiramientos; las reglas para que los estiramientos sean seguros, y cómo estirar de forma adecuada. Dirigido a los amantes del fitness a todos los niveles, Anatomía y estiramientos se centra en los ejercicios útiles para el alivio y la rehabilitación de lesiones deportivas específicas.
Escrito como un apoyo visual tanto para deportistas como para profesionales del fitness, Anatomía y estiramientos ofrece al lector un equilibrio de la información teórica sobre las bases de la anatomía y la fisiología de los estiramientos y la flexibilidad y la aplicación práctica de cómo realizar 114 ejercicios de estiramiento únicos.
Dividido en secciones individuales, no hay que leer Anatomía y estiramientos de pe a pa para beneficiarse de la información que contiene. Si quieres información sobre los estiramientos de los músculos isquiotibiales, dirígete a esa sección; si quieres saber cómo pueden ayudarte los estiramientos, lee sus beneficios en el capítulo 2; si quieres asegurarte de que te estás estirando correctamente, fíjate en las “Reglas para un estiramiento seguro” del capítulo 4.
Tanto si eres un deportista profesional como si eres un entusiasta del fitness, un técnico deportivo o un entrenador personal, un fisioterapeuta o un médico del deporte, Anatomía y estiramients te aportará beneficios.
1 | Fisiología y flexibilidad |
¿Qué es la flexibilidad? Anatomía muscular ¿Qué son los estiramientos? |
¿Qué es la flexibilidad?
La flexibilidad suele definirse como la amplitud del movimiento (range of motion, ROM) o el movimiento que presenta una articulación o un grupo de articulaciones. En términos más comunes, se trata de hasta dónde se puede llegar, flexionar o rotar. Tony Gummerson (1990) extiende esta definición general y describe la flexibilidad como
“La amplitud total del movimiento de una articulación o grupo de articulaciones en un esfuerzo momentáneo con ayuda de un compañero o un objeto.”
Buen estado físico y flexibilidad
El buen estado físico (fitness) de un individuo depende de un gran número de componentes; la flexibilidad es sólo uno de ellos. Aunque la flexibilidad es parte fundamental del buen estado físico, es importante verla sólo como un radio de la rueda del fitness. Otros componentes son la fuerza, la potencia, la velocidad, la resistencia, el equilibrio, la coordinación, la agilidad y la habilidad.
Cada deporte requiere diferentes niveles de cada componente del fitness, pero es esencial programar ejercicios o entrenamientos de forma regular que cubran todos los componentes del fitness.
El rugby y el fútbol americano, por ejemplo, se basan sobre todo en la fuerza y la potencia; sin embargo, la exclusión de los ejercicios de habilidad y flexibilidad puede dar lugar a graves lesiones y a disminuir el rendimiento. La fuerza y la flexibilidad son de vital importancia para un gimnasta, pero un sólido programa de entrenamiento también ha de atender la mejora de la potencia, la velocidad y la resistencia.
Lo mismo cabe aplicar a todos los individuos; aunque algunos sean fuertes o flexibles por naturaleza, sería estúpido que ignoraran completamente los otros componentes del buen estado físico. El hecho de que estos individuos muestren una buena flexibilidad en una articulación o un grupo muscular no significa que todo su cuerpo sea flexible. Por lo tanto, la flexibilidad ha de concebirse como específica de una articulación o un grupo muscular en particular.
Los peligros y las limitaciones de una mala flexibilidad
Unos músculos tensos y rígidos limitan nuestra amplitud del movimiento normal. En algunos casos, la falta de flexibilidad puede ser uno de los principales factores que contribuyen al dolor muscular o articular. Si nos vamos al extremo, la falta de flexibilidad puede significar que sea difícil, por ejemplo, hasta agacharse o mirar por encima del hombro.
Unos músculos tensos y rígidos interfieren en la acción muscular correcta. Si los músculos no pueden ser contraídos y relajados de forma eficaz, el resultado será una disminución del rendimiento y una falta de control del movimiento muscular. Los músculos cortos y tensos también pueden provocar una pérdida considerable de fuerza y potencia durante la actividad física.
En un porcentaje muy pequeño de casos unos músculos tensos y rígidos pueden incluso restringir la circulación sanguínea. Es de vital importancia que la sangre circule bien para que los músculos reciban la cantidad adecuada de oxígeno y nutrientes. La mala circulación puede desembocar en un aumento de la fatiga muscular y, en último término, mermar la capacidad de recuperación del ejercicio extenuante y el proceso de recuperación de los músculos.
Cualquiera de estos factores puede aumentar en gran medida las posibilidades de lesionarse. Juntos, representan un conjunto que comprende molestias musculares, disminución del rendimiento, mayor riesgo de sufrir lesiones y más posibilidades de recaer en las lesiones.
¿Qué limita la flexibilidad?
El sistema muscular necesita ser flexible para conseguir un rendimiento pico, y los estiramientos son el modo más efectivo de desarrollar y mantener flexibles los músculos y los tendones. Sin embargo, hay diferentes factores que contribuyen a la disminución de la flexibilidad.
La flexibilidad, o amplitud del movimiento, puede ser limitada por factores internos y externos. Los factores internos, como los huesos, los ligamentos, la masa muscular, la longitud del músculo, los tendones y la piel, restringen la cantidad de movimiento de una articulación en particular. Por ejemplo, la pierna de un ser humano no puede flexionarse más allá de la línea recta debido a la estructura de los huesos y ligamentos que la componen.
Los factores externos, como la edad, el sexo, la temperatura, la ropa apretada y el curso de una lesión o incapacidad, también afectan la flexibilidad.
La flexibilidad y el paso de los años
No es un secreto que con el paso de los años los músculos y las articulaciones parecen ser más rígidos y tensos. Esto es parte del proceso de envejecimiento, y la causa es la combinación de la degeneración física y la inactividad. Aunque no podemos evitar hacernos mayores, sí que podemos intentar mejorar nuestra flexibilidad.
La edad no ha de ser una barrera para llevar un estilo de vida activo y saludable, pero hay que tomar ciertas precauciones a medida que nos hacemos mayores. Es necesario trabajar