El sonido del silencio. Ko Chang Soo. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Ko Chang Soo
Издательство: Bookwire
Серия: Colección literatura coreana
Жанр произведения: Языкознание
Год издания: 0
isbn: 9786077640912
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Boceto de manos

       Extraño amor

       Estructuras

       El mar

       A Marc Chagall

       Dos poetas en el lago

       ¿Habrá tiempo en este día invernal?

       Rostro

       Lo que el monje Wonhyo le dijo a un poeta

       Vista desde la ventana

      Mañana

      Un millar de palomas vuelan hacia la iglesia de la ribera

      y se esfuman entre sus paredes.

      Los botes del río avanzan hacia mi estancia

      inundándola con agua y luces submarinas.

      Tarde

      En el desierto parque público

      un viejo se entierra en el periódico del domingo.

      Vientos descarriados acarician casualmente

      Los rayos de sol que se cuelan en las ramas.

      Y las palomas se detienen sobre el piso con ternura

      picoteando los sonidos plateados

      de las campanas de la iglesia vecina.

      Noche

      Las luces del parque público

      vacilan como señales punzantes.

      He visto los aviones desafiando desesperadamente el tiempo,

      cazando sombras que devoran rápido

      cientos y cientos de millas y de pueblos.

      Pero el tiempo aquí con devoción hace una pausa

      bajo los árboles deshojados.

      Cuando apago la luz

      vanas imágenes caen entre las ramas desnudas

      como pétalos de flores imaginarias:

      una mujer que saca agua de un pozo

      del que emanan resplandores dorados;

      miles de ojos de peces que fulguran en la sombra;

      y alas umbrosas que aletean en la oscuridad.

       La mariposa de Zhuangzi

      Mientras escribo poesía en mitad de la noche

      la mariposa de Zhuangzi se posa en el muro.

      Con mirada insinuante me observa.

      ¿Desde cuándo?

      La mariposa que sólo pude ver en sueños

      mece sus suaves alas en mi horizonte.

      ¿De qué profundidades viene

      con perlas de rocío que caen de sus alas?

      Está empapada del sombreado verde de los montes.

      Para afinar mi visión poética, quizás,

      la mariposa me hace señas.

      La mariposa de Zhuangzi que huele a bosque fresco

      y revela un instante las barbas enjutas de Zhuangzi.

       Oscuridad

      Cuando respiramos en la oscuridad

      algunas cosas abren sus delgados ojos.

      Algunas cosas abren sus delgados ojos

      en sitios como nuestros hígados, corazones, cerebros.

      A medida que algunas cosas abren sus ojos a la luz brillante,

      algunas cosas abren sus ojos lenta, precavidamente,

      cuando la oscuridad penetra.

      Algunas cosas abrigan los más secretos sentires sobre la oscuridad.

      Aun cuando no hay luz

      algunas cosas abren sus delgados ojos,

      reteniendo la respiración y soportando la penumbra.

      Algunas cosas abren sus ojos lenta, cautelosamente,

      para apaciguar nuestra ansiedad.

      Algunas cosas rápidamente despejarán la sangre

      que hayamos vomitado de súbito en nuestro espacio-tiempo.

      Algunas cosas rápidamente nos sostendrán

      si de repente caemos en un abismo sin límites.

      No hay duda: existen tales cosas

      así escapen a nuestros dedos.

       Todas las cosas tienen ojos y oídos

      Todas las cosas tienen ojos.

      Cosas como velas, espejos y faroles

      todas abren sus ojos a un infinito azul.

      Como el poeta de este mundo captura sus miradas más allá de este mundo

      como el poeta de ese mundo captura sus miradas más allá de ese mundo.

      Todas las cosas mantienen abiertos sus ojos

      en busca de las cosas sin forma,

      en busca de las cosas sin voz,

      en busca de las presencias ciegas dentro de nosotros mismos.

      Todas las cosas tienen oídos.

      Cosas como el clavo oxidado, la peinilla y el cepillo viejos

      todas escuchan con todos sus oídos, reteniendo su respiro.

      Como la gente de este mundo escucha las cosas de ese mundo,

      como la gente de ese mundo escucha las cosas de este mundo.

      Todas las cosas dirigen sus oídos a las cosas silenciosas.

      Escuchan las cosas poseídas dentro de sí por la ignorancia.

      Escuchan con todos los oídos, a pesar de los oídos.

      Los oídos de todas las cosas están abiertos

      como están abiertos los de aquellos de alma y mente tortuosas.

      Todos los oídos de todas las cosas están abiertos

      a los silencios sin forma ni figura

      que se agitan detrás de los clamorosos sonidos.

      Los oídos de todas las cosas están abiertos

      a