Piel alzada. Rossella Di Paolo. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Rossella Di Paolo
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Языкознание
Год издания: 0
isbn: 9786124405280
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      Rossella Di Paolo (Lima, Perú, 1960) estudió Literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Posteriormente, se dedicó a la enseñanza universitaria de lengua y literatura, así como a dictar talleres de creación literaria. Ha participado en actividades multidisciplinarias de poesía, pintura y fotografía; y publicado cinco libros de poemas: Prueba de galera (1985), Continuidad de los cuadros (1988), Piel alzada (1993), Tablillas de San Lázaro (2001) y La silla en el mar (2016). Su trabajo ha sido recogido en diversas antologías de poesía peruana e hispanoamericana.

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      Piel alzada

      Primera edición electrónica: diciembre de 2020

      © Rossella Di Paolo

      © Paracaídas Soluciones Editoriales S.A.C., 2020

      para su sello Paracaídas Editores

      APV. Las Margaritas Mz. C, Lt. 17,

      San Martín de Porres, Lima

       http://paracaidas-se.com/

      [email protected]

      Composición: Juan Pablo Mejía

      Arte de portada: PSE

      Retrato de la autora: Nadia Cruz Porras

      isbn ePub: 978-612-4405-28-0

      Se prohibe la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio sin el correspondiente permiso por escrito de la editorial.

      Producido en Perú

      ~ En gozo ~

      La noche oscura

      a oscuras, y en celada,

      estando ya mi casa sosegada.

      San Juan de la Cruz

      En una noche oscura

      seis cajas de libros, un vestido, la máquina

      de escribir con ansias, en amores inflamada.

      Mi madre gritando en la escalera, mis hermanos

      los pelos arrancados

      ¡que no lo sepa nadie!

      ¡oh dichosa ventura!

      una mujer sola, en Lima, qué dirán

      salí sin ser notada

      qué dirán: puta en cierne

      estando ya mi casa sosegada.

      En la noche dichosa

      en secreto que nadie me veía

      en un taxi negro hacia otra habitación

      sin otra luz que mi rabia por vivir

      y escribir lo que viviera

      y esas clases que dictar ajustándome a la lengua

      lo que en el corazón ardía:

      una mujer sola, en Lima, qué dirán

      qué dirán, puta en cierne.

      Puta con burdel tapizado de libros

      mi cama de combate con tantas palabras que poner

      y enderezar

      el poema en mi cuello

      y todos mis sentidos suspendidos.

      Todos no, que allí tuve yo los ojos para verte

      de lejos la cabeza, tu adelantada frente

      oh noche, que guiaste la habitación al lado

      oh noche, amable más que el alborada

      hombros bravos de toro, suaves ojos de toro

      oh noche que juntaste

      su risa con la mía, su leche en mi café

      amado con amada

      y el beso en el abismo, los círculos de fuego

      amada en el amado transformada.

      Quedeme y olvideme

      el rostro recliné sobre ti

      el rostro, el vientre, los muslos...

      Cesó todo y dejeme

      dejando mi cuidado, el llanto del domingo,

      la honra de mi casa

      todo

      entre las azucenas olvidado.

      El cuerpo donde habito

      I

      Todo este buen objeto que es un cuerpo:

      sus brazos flacos despegados por arriba

      sus alocadas piernas cortadas hacia abajo

      y en el medio el pedacito de torso

      con su corazón puntual, sus riñones limpios

      y este pulmón que se asoma a la ventana

      y conversa con el otro

      sobre si el cerebro encabezado, si la boca armada

      si las altas hogueras parpadeando al unísono.

      Ah este cuerpo alegre como un perro chico

      con su sexo despierto saltando en la puerta.

      Sin este honroso cuerpo, duro y claro,

      sin su lúcida arquitectura

      de huesos quietos y pellejo alzado

      dónde habitaría y cómo

      tanta tierna acongojada nada?

      II

      En los brazos de mi cuerpo estoy

      en sus pies me alzo y ando.

      De mi cuerpo soy hija única

      y en su piel me sumerjo entera.

      Sin mi cuerpo no hay voz

      ni mi voz ni tu voz

      sin las orejas de mi cuerpo

      ni tu cuerpo sin los ojos del mío

      sin sus manos.

      Me ama este cuerpo que yo habito

      me abre sus ventanas y me teje

      y desteje cada día que me asomo.

      Es él quien fabrica las palabras

      la conciencia de estar / de ser aquí

      porque así lo quiere

      y si no lo quiere entonces nada

      de nada.

      Preparación del día

      (Ab ovo)

      Un fresco sol como un huevo fresco

      en mi plato

      así la yema de buen ver

      dorada y la clara limpia

      y batir hasta tarde y engullir

      sin prisa, quedamente,