Ya queda poca luz del día. [Jong-gil Kim. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: [Jong-gil Kim
Издательство: Bookwire
Серия: Colección literatura coreana
Жанр произведения: Языкознание
Год издания: 0
isbn: 9786077640226
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rel="nofollow" href="#u62d32931-ce56-571a-b3a1-e395fd4d2675">Verano otra vez

       Comienzo del otoño

       Al otoño

       En la orilla del río otoñal

       Carta en el otoño 1

       Carta en el otoño 2

       Carta en el otoño 3

       Al ponerse el sol del otoño

       Estrellas del anochecer

       Flor de onagra

       Esqueletos

       Sonrisa

       Muñeca

       En el dentista

       Cortando el césped

       Vista nocturna

       Abadejo seco

       Vuelta

       Conciencia

       Milano

       En la cresta de las azaleas silvestres

       Al poeta Park Je-sam

       Junio o julio

       Retrato

       Flores de mimbre

       Inauguramos un monumento a la poesía de Kim Jong-sam

       La cigarra canta por la noche

       En el avión

       Crepúsculo

       Petróleo

       Rostro

       Llueve en el otoño

       Cinco mil años

       Imaginismo íntimo de la poesía de Kim Jong-gil

      Hablar de la poesía de Kim Jong-gil es hablar del espíritu de la poesía oriental y, especialmente, de la coreana. No es que nuestro poeta haya intentado expresar el alma prototípica del pueblo coreano, sino que él mismo es un arquetipo del alma noble tradicional del Reino de la Calma Matinal. En efecto, el poeta nació en 1926 en la ciudad más ancestral e hidalga de Corea del Sur. Me refiero a Andong, cuna de tantos sabios y eruditos de la dinastía Chosun. Su vida es también ejemplar: poeta durante sesenta años, catedrático emérito de la Universidad de Corea y miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes.

      Dije que la poesía de nuestro poeta era la más coreana. Esto quiere decir que es la más cósmica-universal, según la norma que dicta Goethe: lo más universal es lo más alemán. En una gota de rocío se refleja todo el cielo y el cosmos. Para comprenderlo no tenemos que acudir al panteísmo hindú u oriental, porque todos vivimos en la naturaleza o en las leyes que rigen el gran Universo. Así, la poesía de Kim Jong-gil está llena de sensaciones y sentimientos cofraternales con la naturaleza, porque ésta envejece igual que el poeta.

      En el monte Chung-ryang

      Adelgaza también la montaña en el otoño:

      precipicio friolento del monte Chung-ryang,

      levantado alto en el cielo azul marino.

      Entre los pinos verdes, muy verdes,

      árboles de hojas anchas se visten

      de un color amarillento.

      Hay también plantas parecidas a los arces:

      enredaderas que van subiendo por los precipicios

      o las hojas del árbol de la laca.

      Oh, Monte Chung-ryang,

      gran hidalgo en la primera etapa de la vejez,

      que empieza a ponerse

      precipitadamente flaco con el frío

      debido a tanto pulirse.

      Es decir, enflaquece el monte igual que yo antaño. Todos íbamos a ser reyes, sabios o taoístas endiosados. Todos nos pulimos y perfeccionamos para llegar al último grado de consumación. Si eres confusionista o budista practicarás la meditación profunda para alcanzar la gran Ley que rige el Cosmos. Y, como es natural, te hará falta mucha disciplina, mucha soledad y frío. Eso es lo que ve el poeta en el monte Chung-ryang, imagen de un estudioso confuciano que se aplica constantemente en sus ejercicios espirituales de sabiduría ancestral.

      Ahora la montaña no sólo adelgaza sino que envejece. Sin embargo, la vejez no es del todo oscura: al llegar a la vejez se ven las cosas más nítidas. Nadie puede parar el curso del tiempo y el fluir de los fenómenos de la naturaleza.

      Otoño

      Se acerca un paso más la montaña lejana.

      Se hacen más nítidos

      la silueta y el claroscuro.

      Ya estamos en otoño.

      ¡Ah, mi vida da otra vez la bienvenida

      al nuevo otoño!

      Sin embargo, ya son escasos mis cabellos

      más delgada mi sombra:

      ya queda poca luz del