Indios de papel. Juan Carlos Orrego Arismendi. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Juan Carlos Orrego Arismendi
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Языкознание
Год издания: 0
isbn: 9789585596757
Скачать книгу
Ibid., 506. En nuestra síntesis crítica hemos transitado entre las obras de Concha Meléndez y Luis Alberto Sánchez no solo porque él se refiere explícitamente a ella, sino porque se trata de dos fuentes que hemos tenido a la mano. Sin embargo, es necesario advertir que Aída Cometta Manzoni –académica argentina que Sánchez menciona– ya había establecido la aclaración terminológica a la que nos referimos, si no pensando particularmente en el género de la novela, sí al menos en el ámbito general de la literatura. De acuerdo con una fuente secundaria, Cometta Manzoni escribió, en su libro El indio en la poesía de América española (1939), que “[La literatura indianista] se ocupa del indio en forma superficial, sin comprometerse en su problema, sin estudiar su psicología, sin confundirse en su idiosincrasia. La literatura indigenista, en cambio, trata de llegar a la realidad del indio y ponerse en contacto con él”. Daniel Wogan, “‘El indio en la poesía de América española’, por Aída Cometta Manzoni”, Revista Iberoamericana 4, no. 8 (1942): 468.

      26. Sánchez, proceso y contenido, 494-5. Cabe aclarar que el Diccionario de la lengua española delimita de otro modo ambos vocablos: indígena, situado en un nivel general, es definido como “Originario del país de que se trata”, mientras que indio, más particular, se reconoce en su tercera acepción como adjetivo o sustantivo que, aplicado a una persona, indica que pertenece a “alguno de los pueblos o razas indígenas de América”. Diccionario de la lengua española, 23a ed., s. v. “indígena” e “indio”.

      27. Tomás G. Escajadillo, La narrativa indigenista peruana (Lima: Amaru Editores, 1994), 42.

      28. Escajadillo, La narrativa indigenista, 43.

      29. Ibid., 55.

      30. Ibid., 64.

      31. Julio Rodríguez-Luis, “Tercer avatar del indigenismo literario”, en Autour de l’Indigénisme. Une approche littéraire de l’Amérique latine, ed. Ernesto Mächler Tobar (Paris: Indigo, Université de Picardie Jules Verne, 2004), 129.

      32. Rodríguez-Luis, “Tercer avatar”, 133.

      33. Ibid., 136.

      34. Manuel González Prada, Horas de lucha (Lima: Universo, 1972), 190.

      35. Carmen Alemany Bay, “La narrativa sobre el indígena en América Latina. Fases, entrecruzamientos, derivaciones”, Acta Literaria, no. 47 (2013): 85-99.

      36. Alemany Bay, “La narrativa sobre el indígena”, 95.

      37. Ibid., 96-97.

      38. Ibid., 98.

      39. Cardoza y Aragón, Miguel Ángel Asturias, 65.

      40. A ese respecto, por ejemplo, llama la atención una figura de la talla de Ignacio Manuel Altamirano, el escritor de Tixtla (Estado Guerrero, México), autor de las ya clásicas novelas Clemencia (1869) y El Zarco (1901). No solo se trata de una figura indígena lógicamente no considerada por los críticos de la literatura andina, sino que su condición étnica comúnmente ha sido definida de modo elusivo, de lo cual son paradigma las palabras con que lo presenta José Miguel Oviedo, quien sitúa lo indígena como un factor previo –y en cierto sentido exterior– al escritor: “Altamirano tenía auténticas raíces indígenas”. José Miguel Oviedo, Historia de la literatura hispanoamericana, Vol. 2, Del romanticismo al modernismo (Madrid: Alianza, 1997), 94. Con la misma lógica, el portal Wikipedia inicia la reseña biográfica señalando que Altamirano “Nació en Tixtla, Guerrero, en el seno de una familia indígena”. Wikipedia, s. v. “Ignacio Manuel Altamirano”, acceso 9 de abril de 2019, https://es.wikipedia.org/wiki/Ignacio_Manuel_Altamirano.

      41. Miguel Rocha Vivas, Palabras mayores, palabras vivas. Tradiciones mítico-literarias y escritores indígenas en Colombia (Bogotá: Taurus, 2012). Este libro es la edición ampliada de una versión de 2010.

      42. Antonio Cornejo Polar, Literatura y sociedad en el Perú: la novela indigenista. Clorinda Matto de Turner, novelista. Estudios sobre Aves sin nido, Índole y Herencia (Lima: Centro de Estudios Literarios Antonio Cornejo Polar, Latinoamericana Editores, 2005), 36.

      43. Cornejo Polar, Literatura y sociedad, 51.

      44. Cornejo Polar, Literatura y sociedad, 60. Vale la pena agregar, como otra más entre las modificaciones formales introducidas por el influjo del referente indígena, una señalada por Gerardo Mario Goloboff en el lustro que siguió al de la publicación del trabajo de Cornejo Polar: la relegación del “personaje único” –héroe individual, siempre “identificable”– a favor de un conjunto humano más o menos anónimo según la novela de que se trate. De esa forma, apunta el crítico, “la narrativa indigenista coadyuvó a la transformación de las formas de nuestra literatura”. Gerardo Mario Goloboff, “Elementos para un balance del indigenismo”, Cuadernos Hispanoamericanos, no. 417 (1985): 9.

      45. Cornejo Polar, Literatura y sociedad, 64. No sobra recordar que, en la cosmovisión andina, ocupa un lugar importante la imagen del trastorno y la reorganización: el nombre Pachacútec, “reformador del mundo”, fue asignado como apelativo simbólico a un legendario gobernante del Tawantinsuyu prehispánico que emprendió una profunda reestructuración del imperio. Inca Garcilaso de la Vega, Comentarios reales de los incas, Tomo II, ed. Aurelio Miró Quesada (Caracas: Ayacucho, 1985), 79-83.

      46. Cornejo Polar, Literatura y sociedad, 62.

      47. Escajadillo, La narrativa indigenista, 75.

      48. Cardoza y Aragón, Miguel Ángel Asturias, 81, 119.

      49. El inventario –sin duda incompleto– de esas novelas incluiría trece títulos: El mensajero de los dioses (2012), de Edgard Sandino Velásquez; Los hijos del viento: una aventura nukak (2012), de Francisco Leal Quevedo; La serpiente sin ojos (2012), de William Ospina; Finales para Aluna (2013), de Selnich Vivas Hurtado; Príncipe de Chía: enfrentamiento de dos mundos (2013), de Omar Adolfo Arango; Tríptico de la infamia (2014), de Pablo Montoya; Santa María del Diablo (2014), de Gustavo Arango; Moxa: el hijo del Sol (2015), de Ernesto Zarza González; La guerra perdida del indio Lorenzo (2015), de Rafael Baena; Palabrero (2016), de Philip Potdevin; Hijos de la Madre Tierra (2017), de Celso Román; La doble espiral (2017), de Pacho Restrepo, y El viaje del hombre dorado (2018), de Mariela Vargas Osorno.

      50.