Gente de tango. Carlos Federico Torres. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Carlos Federico Torres
Издательство: Bookwire
Серия: Cultura
Жанр произведения: Философия
Год издания: 0
isbn: 9789508441515
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cantores de esta orquesta fueron Carlos Ferrán, Julia Vidal, Roberto Rufino, Oscar Gallardo, Raúl Grimaldi y Carlos Martínez.

      Al mismo tiempo que dirigía su orquesta, en 1956 se desempeñó como primer violín de la orquesta de Atilio Stampone, con la que grabó cuatro temas editados en dos discos de 78 rpm, entre 1956 y 1957 integró el Octeto Buenos Aires dirigido por Astor Piazzolla, y en 1958 y 1959 formó parte de Los Astros del Tango, conjunto en el que bajo la dirección de Argentino Galván, compartía la línea de violines con Elvino Vardaro y Simón Bajour.

      En este último año, ingresó a la formación fundadora del Quinteto Real, flamante conjunto dirigido por Horacio Salgán, que en un primer momento fue un trío integrado por Salgán, Francini y De Lío, para de inmediato transformarse en un brillante Quinteto con la incorporación de Pedro Laurenz y Rafael Ferro.

      En 1963, se incorporó a través de un concurso, a la Orquesta Filarmónica del teatro Colón, juntamente con el también violinista Mario Abramovich.

      Pese a esta nueva actividad, durante los años sesenta, Francini realizó con el Quinteto Real tres viajes a Japón, y al regreso del último de ellos, en 1969, concretaron algunas presentaciones en radio y televisión.

      Incorporado al elenco de Caño 14, en 1970, dirigió un sexteto integrado además por Normando Lázara, en piano; Omar Murtagh, en contrabajo; Ricardo Francia, en violoncello; Néstor Marconi, en bandoneón —quien además se encargaba de los arreglos—, y Esteban Romani Di Paolo, como segundo violín, todos músicos que integraban el elenco del mencionado local.

      Este sexteto grabó en ese mismo año diez temas incluidos en un estupendo disco long play, en el que a la riqueza interpretativa de Francini se aunaban los brillantes arreglos ideados por Néstor Marconi. Entre esas magníficas interpretaciones se encuentran Melodía oriental, con especial lucimiento del violín de Francini; su propio Tema otoñal; Inspiración, Ojos negros, Tierrita, Chiqué, El choclo y El arranque, entre otros célebres tangos de las primeras décadas del siglo xx. En ese mismo año, el Quinteto Real se disolvió, pero casi de inmediato se reagrupó en una segunda formación, que Francini integraba en el momento de su fallecimiento.

      Fue además uno de los catorce solistas invitados para participar en la producción de Ben Molar titulada Los 14 de Julio de Caro, realizada en el año 1975, en la que cada uno de ellos participaba en tal carácter en uno de los temas.

      En esta década final de su vida, también había participado con su violín en carácter de músico invitado de algunas grabaciones realizadas por la orquesta dirigida por el pianista Osvaldo Berlingieri para el sello Music Hall.

      Su valiosa labor como compositor dio comienzo ya en sus primeros años en Buenos Aires, donde a poco de llegar inició su producción con el tango Inquietud, escrito en colaboración con su coterráneo Héctor Stamponi y letra de Oscar Rubens, tema que fue llevado al disco por la orquesta de Osvaldo Fresedo con la voz de Ricardo Ruiz en julio de 1939.

      A este tema, le siguieron verdaderos hitos para el género, tales como los tangos instrumentales Tema otoñal y Delirio, y los cantables La vi llegar, Lluvia de abril, Junto a tu corazón —cuya hermosa melodía, a la que agregó poéticos versos José María Contursi, escribió en colaboración con Héctor Stamponi— y el bello Óyeme, que lleva una impactante poesía de Homero Expósito llena de excepcionales metáforas. Junto a tu corazón, tema que curiosamente Francini nunca grabó, fue llevado al disco en magníficas versiones por la orquesta de Ricardo Malerba con la voz de Alfredo Rojas el 27 de julio de 1942 y en dos oportunidades por Alberto Podestá, la primera de ellas el 23 de junio de 1942, cuando se desempeñaba como vocalista de la formación de Carlos Di Sarli y la segunda, ya en su etapa de solista, acompañado por la orquesta de Leopoldo Federico.

      También le pertenecen las melodías de Camouflage, con versos en la línea de Cambalache pertenecientes a J. García; Princesa del fango, con letra de Horacio Sanguinetti, y Por una mala mujer, con poesía de Carlos Bahr, los tres grabados por la orquesta que codirigía con Armando Pontier, contando en el primero de ellos con la voz de Raúl Berón y los dos últimos con la de Julio Sosa en sendas inolvidables interpretaciones. Bebiendo contigo, Una triste verdad, Triste flor de fango, Pecado — cuya melodía fue compuesta en colaboración con Armando Pontier—; las milongas Azabache, Pobre negra y Milonga de esquina —con inspirada letra de Héctor Marcó, en la que se refleja una colorida pintura del año 1946—, y los valses Bajo un cielo de estrellas, Con ella en el mar, El hijo triste, Pedacito de cielo, Las rosas de mi madre y El mismo dolor, son otros temas demostrativos de su talento e inspiración. No se privó tampoco de colocar música a los humorísticos versos que Héctor Gagliardi había escrito bajo el título de Alergia, tema que la orquesta que codirigía con Pontier grabó con la voz de Raúl Berón. Entre sus composiciones de particular belleza que sin embargo no han tenido correlativa difusión se encuentra la hermosa melodía del tango Un día más, grabado el 30 de septiembre de 1948 por la mencionada orquesta que codirigiera con Portier, con Roberto Rufino cantando los versos escritos por Héctor Marcó.

      En una línea renovadora, le pertenece asimismo el tango Abril, escrito en colaboración con Enrique Duca, que Eduardo Rovira grabó con su Agrupación Tango Moderno, a la que condujera durante los años sesenta.

      A su vez, Luis Stazo y Mario Abramovich compusieron en su homenaje el bello tango Preludio a Francini, objeto de una impecable grabación por parte del Sexteto Mayor, que ambos compositores integraban. El 27 de agosto de 1978, en plena actuación como integrante de la nueva versión del Quinteto Real en el local Caño 14, sufrió una descompensación cardíaca la que produjo su fallecimiento en el mismo escenario en el que se encontraba actuando.

      Los diarios de ese día reflejaban que al momento de su deceso, Francini se abrazó fuertemente a su violín.

      125. Franco, Ernesto Francisco

      Bandoneonista, compositor y director nacido el 1º de febrero de 1929 en el barrio de Caballito, en Capital Federal.

      Discípulo de Pedro Maffia, con sólo 18 años de edad, integró en la primera etapa de su trayectoria profesional la orquesta de Elvino Vardaro.

      Ingresó luego a la formación de Osmar Maderna, en reemplazo de Leopoldo Federico, y en sus filas permaneció hasta la trágica muerte de Maderna, producida el 28 de abril de 1951.

      En ese mismo año, se incorporó a la orquesta de Roberto Caló, excelente agrupación que completaban Osvaldo Berlingieri y luego Osvaldo Tarantino, en piano; Eduardo Rovira, Edelmiro D’ Amario, Celso Amato y Eliseo Marchese, en bandoneones; Leo Lipesker, Raúl Garcés —también vocalista—, Alberto Tito Besprovan, Simón Bajour, Simón Broitman, en violines, y Enrique Marchetto, en contrabajo. Los arreglos estaban a cargo de Eduardo Rovira. El debut en el disco de esta formación se produjo a comienzos de 1952, con los instrumentales Lorenzo y La cachila.

      Finalizada su participación en la orquesta de Roberto Caló, a comienzos 1953 integró un cuarteto de bandoneones junto con Julián Plaza, Alfredo Marcucci y Atilio Corral, el que por su modalidad interpretativa era toda una novedad para la época.

      En ese mismo año, formó su primera orquesta, en la que participaron Luis Stazzo, Osvaldo Berlingieri y Julián Plaza, por entonces jóvenes ejecutantes que estaban en el comienzo de sus brillantes trayectorias profesionales. Con ella acompañó en el mes de noviembre al cantor Roberto Rufino en la grabación del tango Lo siento en el alma, perteneciente a Roberto Giménez y Reinaldo Yiso, y el vals Pobre novia, cuya música pertenece al propio Rufino y la letra es firmada por Sara Rainer, esposa de Yiso, quien fue el verdadero autor de esos versos.

      A comienzos de diciembre de ese año, ingresó a la orquesta de Alfredo De Ángelis, en reemplazo de Edelmiro Toto Rodríguez, ocupando también en esta formación el primer lugar de la fila de bandoneones hasta su desvinculación a fines de 1957.

      Se incorporó entonces por no mucho tiempo a la orquesta de Osvaldo Fresedo, en reemplazo de Roberto Pérez Prechi.

      Posteriormente, se presentó en radio Belgrano y en el Canal 7 de televisión, acompañando con una orquesta bajo su dirección al cantor Roberto Arrieta. En