Naufragios de Alvar Núñez Cabeza de Vaca. Alvar Núñez Cabeza de Vaca. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Alvar Núñez Cabeza de Vaca
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 4057664170132
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faltado. El Caballo diò de cenar à muchos aquella noche. Pafados de alli, otro dia llegamos al Pueblo de aquel Señor, i alli nos embiò Maìz. Aquella noche, donde iban à tomar Agua, nos flecharon vn Chriftiano, i quifo Dios que no lo hirieron: Otro dia nos partimos de alli, fin que Indio ninguno de los Naturales parefciefe, porque todos havian huìdo; mas iendo nueftro camino, parefcieron Indios, los quales venian de Guerra, i aunque nofotros los llamamos, no quifieron bolver, ni efperar, mas antes fe retiraron, figuiendonos por el mifmo camino que llevabamos. El Governador dexò vna Celada de algunos de Caballo en el camino, que como pafaron falieron à ellos, i tomaron tres, ò quatro Indios, i eftos llevamos por Guias de alli adelante, los quales nos llevaron por Tierra mui trabajofa de andar, i maravillofa de vèr, porque en ella ai mui grandes Montes, i los Arboles à maravilla altos, i fon tantos los que eftàn caìdos en el fuelo, que nos embaraçaban el camino, de fuerte, que no podiamos pafar fin rodear mucho, i con mui gran trabajo: de los que no eftaban caìdos, muchos eftaban hendidos defde arriba hafta abaxo de raios, que en aquella Tierra caen, donde fiempre ai mui grandes tormentas, i tempeftades. Con efte trabajo caminamos hafta vn dia defpues de San Juan, que llegamos à vifta de Apalache, fin que los Indios de la Tierra nos fintiefen: Dimos muchas gracias à Dios por vernos tan cerca de èl, creiendo que era verdad lo que de aquella Tierra nos havian dicho, que alli fe acabarian los grandes trabajos que haviamos pafado, afi por el malo, i largo camino para andar, como por la mucha hambre que haviamos padefcido; porque aunque algunas veces hallabamos Maìz, las mas andabamos fiete, i ocho leguas fin toparlo; i muchos havia entre nofotros, que allende del mucho canfancio, i hambre, llevaban hechas llagas en las efpaldas de llevar las Armas acueftas, fin otras cofas que fe ofrefcian. Mas con vernos llegados donde defeabamos, i donde tanto mantenimiento, i Oro nos havian dicho que havia, parefciònos, que fe nos havia quitado gran parte del trabajo, i canfancio.

       CAP. VI. Como llegamos à Apalache.

      Llegados que fuimos à vifta de Apalache, el Governador mandò, que Yo tomafe nueve de Caballo, i cinquenta Peones, i entrafe en el Pueblo, i anfi lo acometimos el Veedor, i Yo; i entrados no hallamos fino Mugeres, i Muchachos, que los Hombres, à la façon, no eftaban en el Pueblo, mas de ai à poco, andando nofotros por èl, acudieron, i començaron à pelear, flechandonos, i mataron el Caballo del Veedor, mas al fin huieron, i nos dexaron. Alli hallamos mucha cantidad de Maìz, que eftaba ià para cogerfe, i mucho feco que tenian encerrado. Hallamosles muchos Cueros de Venados, i entre ellos algunas Mantas de Hilo pequeñas, i no buenas, con que las Mugeres cubren algo de fus perfonas. Tenian muchos Vafos para moler Maìz. En el Pueblo havia quarenta Cafas pequeñas, i edificadas, baxas, i en lugares abrigados, por temor de las grandes tempeftades, que continuamente en aquella Tierra fuele haver. El Edificio es de Paja, i eftàn cercados de mui efpefo Monte, i grandes Arboledas, i muchos Pielagos de Agua, donde ai tantos, i tan grandes Arboles caìdos, que embaraçan, i fon caufa, que no fe puede por alli andar, fin mucho trabajo, i peligro.

       CAP. VII. De la manera que es la Tierra.

      La Tierra, por la maior parte, defde donde defembarcamos, hafta efte Pueblo, i Tierra de Apalache, es llana; el fuelo de arena, i tierra firme; por toda ella ai mui grandes Arboles, i Montes claros, donde ai Nogales, i Laureles, i otros, que fe llaman Liquidambares, Cedros, Savinas, i Encinas, i Pinos, i Robles, Palmitos baxos, de la manera de los de Caftilla. Por toda ella ai muchas Lagunas grandes, i pequeñas, algunas mui trabajofas de pafar, parte por la mucha hondura, parte por tantos Arboles como por ellas eftàn caìdos. El fuelo de ellas es arena, i las que en la Comarca de Apalache hallamos, fon mui maiores que las de hafta alli. Ai en efta Provincia muchos Maìçales, i las Cafas eftàn tan efparcidas por el campo, de la manera que eftàn las de los Gelves. Los Animales que en ellas vimos fon Venados de tres maneras, Conejos, i Liebres, Ofos, i Leones, i otras Salvaginas; entre los quales vimos vn animal que trae los hijos en vna bolfa, que en la barriga tiene; i todo el tiempo que fon pequeños, los trae alli, hafta que faben bufcar de comer; i fi acafo eftàn fuera bufcando de comer, i acude Gente, la madre no huie hafta que los ha recogido en fu bolfa. Por alli la Tierra es mui fria; tiene mui buenos paftos para ganados: ai Aves de muchas maneras: Anfares en gran cantidad; Patos, Anades, Patos Reales, Dorales, i Garçotas, i Garças, Perdices: vimos muchos Halcones, Neblìs, Gavilanes, Efmerejones, i otras muchas Aves. Dos horas defpues que llegamos à Apalache, los Indios, que de alli havian huìdo, vinieron à nofotros de Paz, pidiendonos à fus Mugeres, i Hijos, i nofotros fe los dimos; falvo, que el Governador detuvo vn Cacique de ellos configo, que fue caufa por donde ellos fueron efcandaliçados; i luego otro dia bolvieron de Guerra: i con tanto denuedo, i prefieça nos acometieron, que llegaron à nos poner fuego à las Cafas en que eftabamos; mas como falimos, huieron, i acogieronfe à las Lagunas, que tenian mui cerca; i por efto, i por los grandes Maìçales, que havia, no les podimos hacer daño, falvo à vno que matamos. Otro dia figuiente, otros Indios de otro Pueblo, que eftaba de la otra parte, vinieron à nofotros, i acometieronnos de la mifma arte que los primeros: i de la mifma manera fe efcaparon, i tambien murió vno de ellos. Eftuvimos en efte Pueblo veinte i cinco dias, en que hecimos tres entradas por la Tierra, i hallárnosla mui pobre de Gente, i mui mala de andar, por los malos pafos, i Montes, i Lagunas, que tenia. Preguntamos al Cacique, que les haviamos detenido, i à los otros Indios, que traìamos con nofotros, que eran Vecinos, i Enemigos de ellos, por la manera, i poblacion de la Tierra, i la calidad de la Gente, i por los Baftimentos, i todas las otras cofas de ella? Refpondieron nos cada vno por sì, que el maior Pueblo de toda aquella Tierra era aquel Apalache, i que adelante havia menos Gente, i mui mas pobre que ellos, i que la Tierra era mal poblada, i los Moradores de ella mui repartidos; i que iendo adelante, havia grandes Lagunas, i efpefura de Montes, i grandes Defiertos, i Defpoblados. Preguntamosles luego por la Tierra, que eftaba àcia el Sur, què Pueblos, i Mantenimientos, tenia? Dixeron, que por aquella via, iendo à la Mar nueve jornadas, havia vn Pueblo, que llamaban Aute, i los Indios de èl tenian mucho Maìz, i que tenian Frifoles, i Calabaças, i que por eftàr tan cerca de la Mar, alcançaban Pefcados, i que eftos eran Amigos fuios. Nofotros, vifta la pobreça dé la Tierra, i las malas nuevas, que de la Poblacion, i de todo lo detrás nos daban, i como los Indios nos hacian continua Guerra, hiriendonos la Gente, i los Caballos, en los lugares donde ibamos à tomar Agua, i efto defde las Lagunas, i tan à fu falvo, que no los podiamos ofender, porque metidos en ellas, nos flechaban, i mataron vn Señor de Tefcuco, que fe llamaba D. Pedro, que el Comifario llevaba configo, acordamos de partir de alli, i ir à bufcar la Mar, i aquel Pueblo de Aute, que nos havian dicho; i afi nos partimos, à cabo de veinte i cinco dias, que alli havianos llegado. El primero dia pafamos aquellas Lagunas, i palos, fin vèr Indio ninguno: mas al fegundo dia llegamos à vna Laguna de mui mal pafo, porque daba el Agua à los pechos, i havia en ella muchos Arboles caìdos. Yà que eftabamos en medio de ella, nos acometieron muchos Indios, que eftaban abfcondidos detràs de los Arboles, porque no los viefemos; otros eftaban fobre los caìdos, i començaron nos à flechar, de manera, que nos hirieron muchos Hombres, i Caballos, i nos tomaron la Guia que llevabamos antes, que de la Laguna faliefemos; i defpues de falidos de ella, nos tornaron à feguir, queriendonos eftorvar el pafo, de manera, que no nos aprovechaba falirnos à fuera, ni hacernos mas fuertes, i querer pelear con ellos, que fe metian luego en la Laguna, i defde alli nos herian la Gente, i Caballos. Vifto efto, el Governador mandò à los de Caballo, que fe apeafen, i les acometiefen à pie. El Contador fe apeò con ellos, i afi los acometieron, i todos entraron à bueltas en vna Laguna, i afi les ganamos el pafo. En efta rebuelta huvo algunos de los nueftros heridos, que no les valieron buenas Armas, que llevaban; i huvo hombres efte dia, que juraron que havian vifto dos Robles, cada vno de ellos tan gruefo como la pierna, por baxo, pafados de parte à parte de las Flechas de los Indios; i efto no es tanto de maravillar, vifta la fuerça, i maña con que las echan; porque Yo mifmo vì vna Flecha en vn pie de vn Alamo, que entraba por èl vn geme. Quantos Indios vimos defde la Florida aqui, todos fon Flecheros, i como fon tan crefcidos de cuerpo, i andan defnudos, defde lexos parefcen Gigantes. Es Gente à maravilla bien difpuefta, mui enjutos, i de mui grandes fuerças, i ligereça. Los Arcos que vfan fon gruefos como el braço, de once, ò doce palmos de largo, que flechan à docientos pafos, con tan gran tiento, que ninguna cofa ierran. Palados que fuimos de efte pafo, de aì à vna legua llegamos à otro de la mifma manera, falvo que por fer tan larga, que duraba media legua, era mui peor: efte pafamos libremente, i fin eftorvo de Indios, que como havian gaftado en el primero toda la municion, que de Flechas tenian, no quedò con que ofarnos acometer.