Jeff T. Bowles
Altas dosis
Los efectos milagrosos de dosis extremadamente altas de vitamina D3.
El gran secreto que la industria farmacéutica quiere ocultarle.
Título de la edición original: «The miraculous results of extremely high doses of the sunshine hormone Vitamin D3»
Primera edición, 2017
Traducción: Manuel Lucas Gómez
Revisión: Daniel González Colinas, Amelia Pérez Cazorro
Diseño de cubierta: Doug Wolfe
Maquetación: Inna Kralovyetts
Impresión: LitoStamp Printers, Barcelona
Representación comercial: Momentum Dynamic S.L., Barcelona, España
www.momentumdynamic.es; [email protected]
www.mobiwell.com
© Mobiwell, Immenstadt, Alemania 2017
No se permite la reproducción total o parcial ni la copia de este libro
sin el permiso por escrito de la editorial.
ISBN: 978-3-944887-39-5
EXENCIÓN DE RESPONSABILIDAD DE LA EDITORIAL
Los consejos del autor reflejados en este libro no constituyen una recomendación médica y no pueden sustituir esta. Por favor, consulte a su médico antes de aplicar los siguientes consejos. Nuestra editorial no asume ninguna responsabilidad por los posibles riesgos derivados de la toma de dosis insólitamente altas de vitamina D3.
De qué trata este libro
La medicina oficial es una ratonera, al menos para los pacientes. La mayoría de los médicos estudian algunos años y luego ejercen su profesión únicamente para ganar dinero. No les interesa seguir aprendiendo.
En cambio, yo he dedicado más de veinte años al estudio de las enfermedades y el proceso de envejecimiento; durante diez años pasé doce horas diarias en la biblioteca de la Facultad de Medicina revisando estudios clínicos y trabajos científicos. He publicado tres artículos científicos importantes, y, de hecho, en una revista especializada que cuenta con cinco premios Nobel entre sus editores. El equipo de redacción calificó mis trabajos de extraordinariamente interesantes y de gran importancia para la medicina. Muy bien, estas son mis referencias…, pero ¿de qué trata este libro que tiene entre sus manos?
Un día comprendí que 4000 UI1 diarias de vitamina D3 no eran suficientes para mí. Entonces decidí someterme a un «peligroso» experimento, desoyendo el consejo médico que tantas veces había escuchado en los años anteriores:
«NO TOME DEMASIADA VITAMINA D3 —¡ES PELIGROSO!».
La dosis recomendada es de 400 UI diarias, pero yo comencé directamente con 20 000 UI, es decir, 50 veces más. Después de unos cuatro meses elevé la dosis a 50 000 UI (125 veces más que la dosis supuestamente «segura») y, más adelante, a 100 000 UI (250 veces más de lo recomendado).
¿Cómo me ha ido en los últimos diez meses?, ¿he muerto?, ¿he enfermado? No, al contrario. Mi terapia con altas dosis de vitamina D3 durante un año ha curado todas mis dolencias crónicas…, y algunas de ellas llevaban torturándome durante más de 20 años.
1 Mi «cadera en resorte» (coxa saltans), que me ha estado causando dolores durante 23 años y que ningún médico sabía remediar, se ha curado completamente. ¡Se acabaron los dolores y los chasquidos!
2 La tiña de las uñas u onicomicosis, un hongo amarillo que me crecía bajo las uñas de los pies, resistió obstinadamente durante 20 años todos los tratamientos. Pues bien, diez meses de vitamina D3 en altas dosis han devuelto a mis uñas un color saludable: ahora están perfectamente sanas.
3 Un abultamiento óseo en el codo que me hacía parecer Popeye el Marino, se ha disuelto totalmente. Mi codo tiene ahora el mismo aspecto que hace 20 años.
4 Durante 15 años mis hombros artríticos no han parado de crujir y doler, impidiéndome lanzar correctamente una bola de béisbol. Esta dolencia también ha desaparecido, y ahora lanzo la bola cuatro veces más lejos que antes.
5 Un quiste sinovial en mi muñeca resultó imposible de subsanar durante cinco años. Ahora se ha reducido del tamaño de una bola de golf al de un guisante, está duro como la piedra, no duele y sigue encogiéndose.
6 Un pequeño quiste subcutáneo decoró mi rostro durante 20 años. ¡Ahora ha desaparecido!
7 A todo esto se suma que, sin recurrir a ninguna dieta, he reducido mi peso de 92 a 81 kilos.
En las páginas siguientes describiré en detalle los resultados de mi experimento y le informaré sobre posibles riesgos. Además, presentaré una nueva teoría, sencilla y elegante, que explica por qué una terapia con altas dosis de vitamina D3 puede prevenir o curar todas las epidemias y problemas de salud que padece la humanidad desde los años 80, es decir, desde el momento en que los médicos aconsejaron por primera vez no exponerse al sol y utilizar siempre protectores solares. Esta es precisamente la causa de muchas enfermedades comunes a las que nos enfrentamos hoy en día: adiposidad (obesidad), autismo, asma y muchas otras.
La teoría es muy sencilla: la vitamina D3 es una hormona que produce la piel humana cuando se expone a la radiación solar. Por lo tanto, no se trata en absoluto de una vitamina, simplemente, recibió un nombre equivocado cuando fue descubierta. Cuando el nivel de vitamina D3 es demasiado bajo, el cuerpo intenta prepararse para el invierno comiendo desmedidamente; además, ralentiza todos los procesos vitales para ahorrar energía, e incluso provoca depresiones para evitar que salgamos de casa. Por cierto, la disminución del nivel de vitamina D3 es, precisamente, la señal que indica a un oso que ha llegado el momento de la hibernación.
Si el cuerpo espera una escasez de recursos debida al invierno, de modo natural comienza a preservarlos para más adelante. Esto desencadena un fenómeno que he denominado el «síndrome de reparación incompleta», que es responsable de la mayoría de las enfermedades humanas, exceptuando las causadas por mutaciones genéticas espontáneas y por el envejecimiento. Con altas dosis de vitamina D3 pueden evitarse o tratarse un gran número de dolencias: esclerosis múltiple, asma, 17 tipos de cáncer, lupus, artritis, trastornos cardíacos, obesidad, depresión, párkinson y muchas más.
¡Escribí la primera versión de este libro en solo cuatro días!
Cuando me senté a escribir este libro, enseguida me di cuenta de que el trabajo avanzaría rápidamente y casi por sí solo, sin bloqueos creativos u otras dificultades. Desde el principio supe que me llevaría solamente unos pocos días.
Esto se debe a que estaba, y estoy, totalmente entusiasmado con la idea de relatar a mis lectores mi «peligroso experimento» (como los médicos lo denominaron) y las conclusiones a las que he llegado. Estaba impaciente por escribirlo todo.
Breve resumen del contenido
Me gustaría comenzar sirviéndole unos entrantes especiales para despertar su apetito por este libro. A través de mis experimentos personales y de las numerosas pesquisas y reflexiones que he realizado sobre el tema, he llegado a una teoría de D3 muy concisa que destaca por su elegante sencillez. Para ello, solo he tenido que conectar algunos hechos simples y aplicar el sentido común. A pesar de su sencillez, esta teoría podría explicar las causas de muchas enfermedades y problemas de salud de los seres humanos y, posiblemente, ayudar a prevenirlos. Como he mencionado antes, quedan excluidas las enfermedades causadas por el envejecimiento y los síndromes derivados de las mutaciones genéticas. Todas las demás dolencias, según mis investigaciones, parecen evitables o curables mediante la aplicación esporádica y meticulosa de una terapia con dosis extremadamente altas de vitamina D3.
A continuación voy a exponer los hechos y las ideas más importantes de lo que