Es decir, necesitamos ordenar y relacionar lo que nos importa en este momento para empezar por aquello que nos puede dar más satisfacción personal de un solo golpe. Si ya tienes muy claro tu objetivo podrías saltarte esta herramienta, por supuesto, aunque mi recomendación es que pases por ella para confirmar que efectivamente ese objetivo es el más prioritario en estos momentos.
El fin de este capítulo será que averigües qué puede elevar más tu vida desde una perspectiva global; es decir, qué meta te puede dar más con menos. Nuestro tiempo es finito así que debemos honrarlo dedicándolo a aquellas cosas que nos reportan un mayor beneficio vital con la menor inversión posible (tiempo, energía). Para ello tendrás que hacer un poquito de introspección y averiguar dónde tiene sentido poner el foco en tu vida en estos momentos. Si quieres ver la herramienta en funcionamiento antes de aplicarla en ti mismo te invito a que leas «La rueda de la vida» en el caso práctico de este libro, estoy convencido de que te ayudará.
¿Listo?
¿Ya tienes un objetivo en mente?
Si ya tienes muy claro tu objetivo puedes saltarte la herramienta que viene a continuación e ir al siguiente capítulo «Aprende a plantear tu objetivo». No obstante, te recomiendo que pases por ella para confirmar que efectivamente eso que quieres es lo más importante en tu vida en estos momentos.
HERRAMIENTA
La rueda de la vida
Tras aplicar la herramienta conocerás el objetivo más prioritario en tu vida
Tiempo que necesitarás: 30 minutos
Te paso a explicar la herramienta más potente que conozco para elevar tu existencia a otro nivel, a ese lugar donde te sentirás más satisfecho, más «tú mismo»: La rueda de la vida.
Este ejercicio práctico te ayudará a saber dónde poner el foco en tu vida. Primero descubrirás qué grado de satisfacción personal tienes en los distintos aspectos de tu vida (como salud, relaciones personales, trabajo, etc.); después trataremos de encontrar relaciones entre tus diferentes contextos vitales y descubrir así dónde tienes que actuar para conseguir más beneficios con el menor tiempo y esfuerzo (es lo que llamaremos tu punto de apoyo vital en estos momentos). Una vez tengamos esa área de tu vida bien identificada, tan solo tendremos que escribir un objetivo que eleve tu grado de satisfacción en dicha área.
¿Tal vez es el aspecto económico? ¿Salud? ¿Relaciones personales?
Sigue conmigo: estás a punto de descubrirlo.
PASO 0: Las áreas de tu vida
A continuación paso a describirte los contextos vitales que suelen ser más relevantes para la mayoría de las personas y que en algún momento acaban siendo el centro de sus objetivos:
Posesiones/entorno físico: se trata de todo aquello que te rodea en tu mundo físico y que utilizas en tu día a día: casa, automóvil, bicicleta, herramientas del tipo que sean, ordenador, ropa, tecnología, etc. A veces tenemos cosas por el mero placer de tenerlas (una colección de sellos), otras veces las tenemos para que nos ayuden a conseguir otras (un teléfono móvil para poder trabajar); en ocasiones son una mezcla de las dos anteriores (te compras un teléfono móvil más moderno cuando todavía te funciona perfectamente el que tienes).
Ocio/tiempo libre: son todas aquellas actividades que haces por pura diversión y que te conectan con el placer de estar aquí y ahora, de estar vivo. Disfrutas como un niño cuando las haces. No esperas nada a cambio mientras realizas estas actividades salvo disfrutar simplemente haciéndolas.
Dinero: no hay demasiado que explicar aquí. Si vives en el siglo XXI entonces el dinero es algo necesario en tu día a día. En este sentido, te invito a que no tengas miedo a querer atraer abundancia económica a tu vida (siempre que sea a través de medios éticos, claro); es más, personalmente veo el dinero como un instrumento, un medio para acelerar todo lo bueno que quiero tanto para mí como para los ámbitos en los que aporto valor al mundo. Así, tener el dinero suficiente para tener una vida plena y abundante para ti y las personas que dependen de ti es profundamente legítimo y deseable.
Desarrollo personal: se trata de esa área de tu vida donde sientes que creces a nivel personal adquiriendo o cultivando distintos conocimientos y destrezas: historia, conocimientos generales, idiomas, música, cultivar un arte en particular, desarrollar alguna faceta que te interesa especialmente (retórica, hablar en público o política), etc. Todo lo que haces que de algún modo te enriquece y hace que te sientas bien entraría dentro de esta categoría.
Relaciones humanas: somos seres sociables. Incluso si crees que no lo eres, prueba esto: imagínate que eres el último ser humano sobre la faz de la Tierra; imagina que tienes todo lo que necesitas para seguir vivo (comida, agua, etc.) pero sin poder entrar en contacto con otras personas. ¿Cómo sería esa vida? Hay una serie de TV muy divertida llamada The last man on Earth (El último hombre en la Tierra) que de una manera disparatada se imagina cómo sería la vida de esta persona; te insto a que veas los primeros capítulos para que puedas reflexionar sobre este aspecto.
Las personas necesitamos de otras personas desde que nacemos: aprendemos por imitación y por estar en contacto los unos con los otros, desde nuestra capacidad motriz pasando por el habla, hasta los pensamientos y actividades más complejos. Es más, muchas de las neuronas de nuestro cerebro están diseñadas para este efecto (neuronas espejo), ayudándonos a copiar, entender y empatizar con los demás. Si estás leyendo estas líneas, las relaciones humanas son importantes para ti.
Amor/pareja: ¿sabes?, la monogamia nos va bien como especie. Aunque los orígenes de este comportamiento no están claros, qué duda cabe de que nos ha ido bien en los tiempos modernos. No es algo necesario desde un punto de vista técnico de la supervivencia, por supuesto, aunque tendemos a que nuestras relaciones sentimentales con la misma persona, siempre que sintamos que «van bien», perduren en el tiempo.
Salud: ¿qué sucede cuando nos falta salud? La salud es una herramienta para salir ahí fuera y hacer lo que tenemos que hacer para realizarnos. Sin salud la vida se para hasta que la recuperamos, centrando toda nuestra atención y energía en volver a estar sanos y así poder retomarla. Personalmente entiendo la salud como algo global: salud física y salud mental (incluyendo el bienestar emocional y espiritual). Por lo tanto, no concibo «salud» si no me cuido a nivel físico; tampoco concibo encontrarme «bien» si me perturbo con facilidad o si estoy enfadado con algo o alguien. Salud en mi caso también es sinónimo de paz interior.
Trabajo/desarrollo profesional: es ese ámbito de tu vida donde lo que haces es recompensado con bienes de distinto tipo (dinero o especie). A veces también nos da otras recompensas intangibles (disfrute, satisfacción, etc.) aunque una de las recompensas principales es que nos proporciona bienes o dinero que necesitamos para sobrevivir.
Contribución: Teresa de Calcuta dijo una vez: «Quien no vive para servir no sirve para vivir». Nuestra vida de algún modo tiene que tener sentido más allá de nuestro propio devenir individual; nos gusta saber que lo que hacemos tiene un impacto positivo ahí fuera, nos gusta saber que eso en lo que estamos poniendo nuestro tiempo y energía está sirviendo para algo. Es nuestro para qué vital. Cuando este aspecto está bien cubierto en nuestra vida es cuando tenemos más accesibles los sentimientos de realización y plenitud.
Espiritualidad: la espiritualidad es ese