Camino hacia lo desconocido. Joana Serrano. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Joana Serrano
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9788418344749
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la conciencia de su cuerpo limitado para identificarse con todos los átomos circundantes, percibiéndolo todo simultáneamente acompañado de un gozo insondable que él describió como «la Dicha Inagotable de Dios en un cuerpo de luz infinita proveniente de una Fuente Eterna. Una experiencia sentida desde un punto de percepción intuitiva en su interior, el amrita o néctar de la inmortalidad». Y sigue: »mi sentido de la identidad no estaba únicamente confinado al cuerpo, sino que abarcaba todos los átomos circundantes. Mi visión se había transformado en una vasta esférica mirada, omniperceptiva. Un mar de gozo irrumpió en las riberas sin fin de mi alma. Todo el cosmos, saturado de luz como una ciudad vista en la noche fulgía en la infinitud de mi ser. De pronto el aliento volvió a mis pulmones. Con desilusión insufrible regresé a la limitada caja corporal».

      Sin embargo, y a pesar de esta prueba de expansión de su conciencia, su maestro le advirtió que no debía embriagarse con el éxtasis, puesto que le quedaba mucho trabajo por hacer con él mismo y con el mundo. Así que, después de tan magnífica experiencia, su maestro le propuso seguir barriendo los suelos de sus aposentos para aprender el sentido de una vida equilibrada entre las labores cotidianas.

      Mis experiencias e intuiciones en esta investigación de la existencia trascendental me dicen que esta es una buena pista para orientarse en la ruta hacia la invisible potencialidad del Ser. Cada uno de nosotros puede hallar su maestro interior atravesando montones de informaciones codificadas en su materia y mente hasta identificarse con ese conector de la conciencia que se haya en su profundidad, alma y ser. Y en esa búsqueda de la conciencia ilimitada, entiendo que hay una manera diferente y desconocida hasta ahora que hará posible el acceso que hasta hoy solo ha sido posible para unos pocos. Hay maestros que trabajan con la conciencia, ellos proponen que es necesario transformar la materia en energía. Hay que hacer alquimia espiritual y ciencia de la conciencia. Esta es una propuesta innovadora porque las conexiones con el universo material no nos han permitido hacer el viaje hasta la fusión con la conciencia.

      Hemos repetido una y otra vez el proceso de nacimiento y muerte, creación y destrucción. Con un código fuente predominante, el de la supervivencia y todos sus sistemas de lucha donde el que tiene más energía y más materia sobrevive más y mejor. Este camino muy bien conocido por todos ya sabemos a dónde nos lleva, a desear tener para poder ser. La evolución transformadora te dice algo distinto, que primero tienes que Ser y luego tener para que las acciones y creaciones sean evolutivas, transcendentales y reconstructivas.

      ¿QUIÉN SOY YO?

      Si una parte de nuestra vida está conformada por un conglomerado de materia y energía mezclada con millones de partículas y millones de informaciones diferentes en estas partículas, ¿dónde estamos nosotros?, ¿quién conduce este paquete vital?, ¿quién soy en realidad? En realidad, soy la conciencia que se hace preguntas existenciales, existiendo en un nivel intangible y en busca del director de la orquesta de la vida que se escapa fuera de control. Soy el ser en busca de un sentido más allá de la supervivencia. En este camino hacia la existencia del ser nos encontramos con algún que otro reto, como la escasa tolerancia a la incertidumbre y altos niveles de entropía que tenemos los seres humanos. Nosotros necesitamos manejar ciertos valores predictivos y de ordenamiento. Estos valores nos los proporciona el pensamiento, el análisis y la observación que, como dice la física cuántica en el experimento de Young, alteran el comportamiento de la energía. De momento y hasta ahora, somos esa consciencia con una influencia indeterminada sobre la vida. Una vida sometida a millones de factores entrópicos, personales y transpersonales. Mis queridos lectores, el factor «conciencia», del que tanto se habla ahora, es el que realmente se debe mejorar. Despertar esa conciencia, ponerla a funcionar adecuadamente según nuestra evolución y potenciarla para ser el director de la orquesta es una buena manera de recrear e innovar la propia existencia.

      Pero ¿qué conciencia queremos despertar? Según el famoso experimento de 1933 de Schrödinger, llamada paradoja de Schrödinger, que fue un experimento mental para explicar el alucinante mundo de la física cuántica desafiando la lógica, dice así: «un gato en una caja con un detector de electrones que activa un martillo rompiendo un frasco con veneno y que mataría al gato. Pero que también es posible que el electrón enviado tome otra dirección sin ser captado por el detector sin poder romper nunca el frasco. Por tanto el gato seguirá vivo. El electrón, que se comporta de manera cuántica puede ser partícula detectable y onda no detectable a la vez, en campos superpuestos. Y aquí tenemos la paradoja cuántica, donde el gato está vivo y muerto al mismo tiempo. Aunque al abrir la caja, solo podemos verlo en un solo estado, o vivo o muerto». Entonces, ¿somos conciencia partícula o conciencia onda?, ¿conciencia de materia o conciencia de energía?

      Vivimos inmersos en una realidad donde las leyes cuánticas actúan a nivel subatómico y que por ese mismo paradójico desconcierto cuántico Einstein afirmó: «quiere esto decir que si no miramos la luna, ¿esta no está ahí?».

      Claro que no, quiere decir que tenemos un enorme valor y un potencial extraordinario si despertamos nuestra conciencia, si la activamos y la convertimos en vida, el gato vivo. La cuántica parece la ciencia de los milagros. Por eso, nos gustó tanto a los modernos buscadores de lo trascendente. La primera vez que me explicaron algo de esta física no fue en el colegio, sino en unas conferencias de Ciencia Cósmica en 1980, donde la mecánica cuántica era mencionada a propósito de mostrar el gran potencial energético desconocido. Y después no volví a recibir más informaciones hasta 1997 en un seminario llamado Hombre Nuevo donde me explicaron el impactante experimento de Young, 1801, el de la doble rendija. Es fascinante ser testigo de la evolución y expansión de la información que ha hecho de una ciencia tan elitista un conocimiento popular con la misión de mejorar el potencial humano de manera holística, cuerpo y espíritu, materia y energía. A la vez que le ofrecemos a la mente lógica elementos para trascender los límites y explorar el mundo de la conciencia. Porque salir de la confortable lógica cartesiana que le otorga a la razón y a la duda todo el poder del descubrimiento de la verdad no es tan sencillo. Después de cuatro siglos del nacimiento de la Ilustración me asombra su arraigo en la mente de la mayoría de las personas, a pesar de conocer que la genialidad de algunos de nuestros extraordinarios descubridores, inventores, artistas, filósofos y científicos nace de su inspiración intuitiva para la que no hay nada imposible.

      Pero nosotros no somos el mundo observado, aunque nos identifiquemos con él. Somos observadores de mundos aportando cualidades con nuestras miradas y consciencias. Es por lo que todos buscan captar nuestra atención mental y emocionalmente en sus historias para obtener algún beneficio. La publicidad de este siglo ha multiplicado exponencialmente este efecto. A través de los dispositivos electrónicos se obtiene la atención dirigida a mensajes enviados, y de nuestras reacciones obtienen información para seguir enviándonos más mensajes irresistibles porque encajan perfectamente con nuestros deseos, gustos y comportamientos; estamos en la era del big data. Esta es la magia de la tecnología que conecta con nuestros sentidos y emociones manteniéndonos muy entretenidos mientras los demás sacan el mejor partido en el juego de «la Matrix».

      Vamos distraídos en los escenarios de la vida donde todo el enfoque está dirigido a la supervivencia o a la obtención de placeres. Un conjunto de extractores de energía muy bien organizados. Todos los que deseamos maximizar nuestro rendimiento en beneficio propio de manera creativa y consciente sabemos que tenemos que interiorizar nuestra conciencia y dirigirnos al centro, tu propio centro. Os confirmo con toda certeza, avalada por la experiencia, que ese camino hacia el centro de ti es la aventura más increíble que hayas podido soñar jamás. Como en la obra Viaje al centro de la tierra, de Jules Verne, dentro de ti hay un mundo por descubrir donde primero encuentras lo que no eres, que son todas esas identificaciones con las cosas materiales, apegos, con personas y más apegos, con creencias, ideologías y fidelidades que no has revisado si te son útiles o no, pero a las que obedeces sin rechistar porque tienen una función cohesiva de todas tus acciones dándole un poco de sentido a la vida. Si quieres evolucionar o progresar es necesario dirigirse hacia tu propio centro dejando atrás de manera progresiva el pasado para existir en el presente y darle vida a un nuevo futuro intuido y anhelado donde el protagonista eres tú mismo.

      Los buscadores de algo nuevo y diferente por los caminos de la conciencia no saben que en realidad se están buscando a sí mismos. Intuyen