Leyendo los informes anuales gratuitos de una revista de negocios, Dalio expandió su conocimiento sobre el mercado de valores. Estos informes lo llevaron a descubrir las diversas estrategias de inversión, y cuál de ellas era la más utilizada por los inversores. También se familiarizó con las acciones, observando cuáles son prometedoras y evitando las que no lo son.
Cuando era adolescente, le gustaba jugar al mercado tanto como le gustaba jugar con sus amigos. De hecho, se sentía como un adolescente normal, excepto que conocía el mercado de valores. En este punto, se convirtió en un pensador independiente que no temía a los riesgos siempre y cuando resultara algo gratificante. Creía que "grande" es mejor que "terrible", y que "terrible" es mejor que "mediocre" – porque "terrible" añade sabor a la vida de uno.
Era el año 1966, y desconocido para Ray Dalio, el mercado de valores estaba en su apogeo cuando estaba en el último año de la escuela secundaria. En sOlo un par de meses, casi todo lo que él pensaba que sabía sobre los mercados se demostraría erróneo.
Cruzando el umbral: 1967-1979
La economía se deterioró a partir de 1967. Pero a pesar de su juventud, Dalio se mantuvo optimista y siguió comprando acciones con la esperanza de un rebote. Desafortunadamente, no sucedió. Perdió dinero y vio caer el mercado durante estos años.
Alrededor de la misma época, también comenzó a ir a la universidad donde se especializó en finanzas. Esta vez, le iba bien académicamente porque era una materia en la que estaba realmente interesado.
También comenzó a aprender a meditar. Dalio comparte que su interés en la meditación comenzó cuando los Beatles visitaron la India para estudiar la Meditación Trascendental. Afortunadamente, vivía en una época que apoyaba estos estudios que abrían la mente. Según Dalio, estos tiempos les llevaron a abrir su mente y cuestionar las formas establecidas de hacer las cosas.
Dalio también recuerda que fue entre estas fechas que los jóvenes fueron reclutados debido a la Guerra de Vietnam. Observó cómo la política y la economía del país se deterioraban, lo que en efecto, causó que el estado de ánimo del país se deprimiera. Es cierto que fueron años difíciles para los Estados Unidos.
Desde que se le diagnosticó hipoglucemia, Ray Dalio fue declarado exento de prestar servicios militares. Esto le dio la oportunidad de seguir observando la economía. Y es cierto, se dio cuenta de que el oro comenzó a apoderarse de los mercados mundiales alrededor de 1970 o 1971. Esto le llevó a darse cuenta de que otras monedas estaban fijadas frente al dólar, que, a su vez, también está fijado frente al oro. Por lo tanto, comenzó a prestar atención al sistema monetario.
Alrededor de 1971, comenzó a trabajar como empleado en el piso de la Bolsa de Valores de Nueva York. Desafortunadamente, en ese momento, el dólar se enfrentaba a una crisis y estaba a punto de llegar a un punto de ruptura. También fue por esta época que el dólar se desplomó porque el presidente Nixon declaró que el dólar americano sería una moneda fiduciaria. El sistema monetario mundial era un caos.
Sin embargo, Dalio observó que a pesar de la declaración, el mercado de valores recuperó su ritmo. En este punto, ya ha experimentado tantos acontecimientos que le han llevado a entender la causa y el efecto de los precios del mercado, y cómo la política y la economía se entrelazan entre sí.
En ese momento, también se interesó por los productos básicos, lo que era inusual para un estudiante de la Escuela de Negocios de Harvard (HBS). Debido a su interés en esta empresa, finalmente consiguió un trabajo en Dominick & Dominick, una empresa de corretaje centenaria, donde fue nombrado director de productos básicos.
También fue por esta época que Dalio estableció un pequeño negocio con sus amigos de HBS, que llamaron Bridgewater. Instaló un dormitorio en su apartamento como su oficina, y contrató a un asistente. Pasaba horas todos los días estudiando los mercados y tratando de ponerse en la posición de sus clientes porque el objetivo de Bridgewater era ayudar a sus clientes a vencer el mercado.
Bridgewater ayudó a Dalio a comprender mejor cómo funcionan los mercados. Ya no se limitaba a las acciones y los productos básicos, sino que los clientes llegaban en masa de todo el mundo, e hicieron que Dalio creara modelos de negocio para los mercados de ganado, carne, cereales y semillas oleaginosas.
Dalio comparte que el secreto de su exitoso negocio era que no se centraba en hacer dinero. Para él, era de suma importancia que tuviera un trabajo significativo, lo que lo llevó a forjar relaciones significativas. Tenía en cuenta que aunque el dinero es algo que necesitamos en nuestra vida diaria, ciertamente no es lo único que necesitamos.
MI ABISMO: 1979-1982
En esta etapa de su vida, Dalio observó otro cambio en el mercado. En décadas anteriores, los cambios en la oferta y la demanda individuales fueron las principales cosas que influyeron en los mercados. Durante este tiempo, sin embargo, observó que los mercados comenzaron a moverse al unísono, como resultado de los cambios en el dinero, el crecimiento del crédito y la crisis del petróleo.
Este cambio en el comportamiento del mercado llevó a Dalio a estudiar la macroeconomía y los datos históricos. Al mismo tiempo, la inflación asoló la economía, lo que llevó a Dalio a predecir que se produciría una crisis catastrófica de deuda.
Para darnos una idea de lo mal que estaba la espiral de inflación en ese momento, Dalio comparte la historia de Bunker Hunt, que era entonces el hombre más rico del mundo. Bunker compró plata a unos 1,29 dólares la onza como garantía contra la inflación —y siguió haciéndolo hasta que estuvo a 10 dólares la onza—. En este punto, Dalio le aconsejó que era el momento de salir porque predijo que la economía caería pronto.
Sin embargo, Bunker no hizo caso del consejo de Dalio. Continuó comprando plata, que llegó a 50 dólares la onza. Y la caída ocurrió. En marzo de 1980, la plata volvió a 11 dólares, lo que llevó a Bunker a la quiebra. El colapso del hombre más rico del mundo también causó un efecto dominó, que afectó enormemente a la economía de los Estados Unidos.
A partir de la experiencia de Bunker, Dalio se dio cuenta de que sus predicciones eran correctas. Sin embargo, el tiempo lo es todo. Fue lo suficientemente afortunado como para salir de la montaña rusa de la plata desde el principio.
Con el paso de los años, la economía empeoró. Entre 1979 y 1982, la deuda estaba en su nivel más alto —de hecho, la deuda estaba en su nivel más alto desde la Gran Depresión—. Respaldado por sus estudios y cálculos de la deuda desde el 1800, Dalio advirtió a sus clientes de esta depresión. Su punto de vista fue visto como controversial, ya que la gente asociaba la "depresión" como algo que había sido sensacionalizado.
Sin embargo, Dalio fue persistente en hacer llegar su teoría a la gente para salvarlos de este declive económico. Desafió a las personas a encontrar defectos en su razonamiento, lo que no hicieron. Eventualmente, se ganó su confianza.
Es cierto que el momento lo era todo. En 1982, México dejó de pagar su deuda, lo que supuso un duro golpe para los bancos estadounidenses que prestaron su capital a México y a países similares. Como Dalio había predicho que algo así sucedería, fue invitado a testificar en un programa de negocios que debe ver, donde compartió su predicción sobre la próxima depresión.
Sin que Dalio lo supiera, las cosas iban a tomar un giro a partir de ese momento. La Reserva Federal respondió al colapso económico haciendo que el dinero estuviera fácilmente disponible, y esto causó que el mercado entrara en una carrera alcista. Dalio declaró públicamente que esto era solo una solución temporal. Se equivocó – la inflación cayó mientras la economía crecía, lo que los EE.UU. disfrutaron durante los siguientes dieciocho años—.
Dalio se dio cuenta de por qué sucedió todo esto, pero el hecho de que se equivocara