POEMAS 13. Daniel Karl Göhler. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Daniel Karl Göhler
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Языкознание
Год издания: 0
isbn: 9783844260984
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      Daniel Karl Goehler

      POEMAS 13

      Prólogo:

      31 cuentos en forma de poema que tratan del "hoy" desde el punto de vista de un futuro lejano. Retrospectivamente, muchas realidades de hoy solamente se van a conocer como un pasado lejano, otras seguirán como tal, ciertas cosas entre los humanos nunca cambiarán...¿o sí? Esperemos que el futuro no nos juzgue tan duro...

      Érase una vez un cuento sin fin...

      Érase una vez un cuento sin fin

      así llamado porque nunca terminaba

      ni cuando le llegaba la última página

      el cuento entonces seguía como un granito en el mar amarillo

      y al final del desierto, derivado por el Siroco

      seguía en las lomas de las dunas y desde ahí donde las montañas afinas

      metiéndose por todas las matas, trepando los troncos hasta que llegara donde terminaban los árboles

      para entonces seguir en las alas de una gaviota

      el cuento dejaba sus marcas en las nubes que pasaban a lo largo de la costa

      y terminaba en las gargantas hambrientos de los críos

      y vomitado se caía desde el nido hacía abajo

      donde fue tragado por una ola y así llegaba al océano

      y seguía debajo del agua salado, en la espalda de una tortuga

      que le llevaba por su recinto para que dejara sus marcas de entre de todas las corales

      donde entonces se enredaba en una red verde de angostas mallas

      para estar sacado del eterno azul para seguir en el bote de un pescador

      y seguía en las manos maltratadas y en la cara arrugada

      al llegar a la orilla seguía en los labios de la mujer que lo esperaba

      y así llegaba a la chabola y de ahí seguía entre el pellejo de un gatito

      que lo llevaba entonces a alabar la luna en el medio de la noche

      y poco después dejaba sus marcas en el zapato que terminaba con el canto del gato

      y así descansaba hasta que llegara el sol de la mañana

      y seguía en el pie de un hombre que llevaba dos zapatos desiguales

      y lo llevaba a una mina de minerales

      y seguía debajo de la tierra en la oscuridad caliente, dejando sus marcas en los topos

      dejando sus marcas en la miseria de plata que les fue pagado al fin de la jornada

      y así llegaba a la camarera del bar que lo metía entre sus senos como una propina

      y alla seguía hasta la mañana siguiente

      y fue llevado por el frío agua de la ducha, dejando sus marcas a lo largo del cuerpo de la señorita

      para acabar en el alcantarillado donde entonces jugaba con las ratas

      y seguía por un tubo que lo llevaba a un río que pasaba por una ciudad grande

      y al pasar una lancha en forma de cresta de espuma, llegaba a un jeep militar que rápido pasaba

      seguía en las bobadas que escuchaba referente al por qué se luchaba

      seguía en un terreno de batalla donde dejaba su huella trazando los contornos de los ya fallecidos en el suelo

      para entonces seguir en otra mano maltratado de un oficial que les arrancaba las placas

      y seguía en una carta de luto

      y así llegaba a otras manos maltratados de los padres que perdieron a su propia carne

      y seguía en la rabia y en el dolor

      dejando sus marcas en los gritos para así llegar al oído de los demás

      y seguía en las protestas por la paz

      y seguía en la porra de un policía que amaba mucho a su hijito y después de su jornada

      llegaba a la casa a abrazarlo con todo el amor que lo guardaba

      y así seguía el cuento pegado en el niño que lo llevaba al parque infantil el próximo día

      y lo dejaba de entre de todos los juguetes que tenía en el cajón de arena

      y así descansaba

      al entrar la noche fue arrancado de los sueños por un bicho que formaba bolitas de fango

      que entonces fue devorado con todo lo suyo construído por un loro

      que después lo llevaba al eterno verde la selva consigo

      y allá continuaba el cuento y su existencia eterna mientras que hubieran ojos y oídos y dedos que lo veían, lo oían, lo sentían

      dejaba su huella en el eterno verde, entre las orquídeas y los aguaceros

      siguiéndo en cada gota que llegaba a atravesar el techo túpido del cielo selvático

      en una de las plumas rojas quería descansar un rato

      pero un jaguar con hambre trataba de devorar al medio que lo trajó

      y encima de una pluma roja arrancada

      seguía su viaje encima del colmillo del rey del recinto

      dejando su huella en los caminos del felino hasta llegar a un abra

      donde talaban los árboles por razones de pobreza y de avaricia

      dejaba entonces sus huellas en las manos maltrados de los explotados y de los explotadores

      para ver entonces cómo las llamas se comieron al entorno

      y convertido en humo subía otra vez al cielo

      y seguía otra vez en la alas de ahora un gallinazo

      que lo llevaba donde antes él haber salido

      pero de descansar nada

      resultaba que en vez de quedarse quieto un par de semanas

      con el mismo rumbo que se le da vueltas la tierra

      seguía otra vez en la arena y fue recogido por una mano maltratada

      que empezaba a ponerlo en su pluma y el cuento seguía otra vez

      en una página

      para seguir su eterna jornada

      Érase una vez el progreso...

      Empezamos como comunidades chiquitos, tribus, si quiere

      más grande que la familia, más pequeño para pasarse por pueblo

      empezamos como nómadas, algunos de nosotros como vagabundos, si quiere

      hasta que un día decidimos de no vagar más sin rumbo

      y cultivamos las tierras, construimos las casas, ya habíamos llegado

      felices por haber llegado ya

      un par de nosotros no creían en el éxito de este proyecto

      ¿De quedarnos como quietos? ¡Ni modos! ¿Para qué nos dieron piernas los dioses?

      Y se fueron, regresaron a nuestra prístina manera de vivir, regresaron en paz

      ¿Y lo nuevo nuestro? Resultaba tenso, pues el acumular de bienes dio luz a la envidia

      Y pronto nació su hermana; la violencia

      Y entre nosotros empezamos a luchar porque uno tenía una parcela más fructífera

      que el otro y no éramos capaces de colaborar, sino recordamos lo guerrero que éramos hace poco

      que sería mejor volvernos