9b →
10a →
10b 19 Sal 25[24],5. | →
12a 20 LEÓN XIII, enc. Sapientiae christianae, 10 de enero de 1890, en ASS 22 (1889-1890), p. 403.
12c 21 PÍO XI, enc. Divini illius Magistri, p. 68.
13a 22 Jn 8,12. | «centros dirigidos por la Obra»: se está refiriendo a las obras corporativas, en las que el Opus Dei se hace responsable de la orientación cristiana de tales centros, y en ese sentido se puede decir coloquialmente que los dirige. No significa que ejercite un control total sobre su gestión, sino que inspira sus valores, vivificando cristianamente esas actividades, proporcionando una garantía moral y una asistencia pastoral específica, y, en este sentido, se puede afirmar que las dirige en el plano espiritual (cfr. Ernst BURKHART, “Actividad del Opus Dei”, en DJE, pp. 63-71). Las
obras corporativas son relativamente pocas, en comparación con el otro tipo de centros que describe en este párrafo, en los que el Opus Dei presta solo alguna ayuda pastoral, o ni siquiera eso, pues son promovidas por personas y entidades que buscan realizar una tarea profesional y cristiana, tras haber sido estimulados por el espíritu que difundió Escrivá. Cfr. introducción a esta Carta. | →
13b 23 S. Th. II-II, q. 180, a. 4 c. | →
14a →
14b →
14c «haya en todas las Regiones»: se trata de un proyecto que todavía no ha llegado a realizarse tal como lo describe aquí, aunque sí se han promovido centros de formación superior para quienes se dedican profesionalmente a la enseñanza, de los que habla a continuación.
15a 24 Jn 8,31-32. | →
[41]15b «en Casa»: en el Opus Dei. | →
16b 25 Mt 5,19.
17a →
17b →
17c «socios de la Obra»: hoy se prefiere la terminología “miembros” o “fieles” de la Obra.
17d →
17e 26 Hch 18,25. | →
18a «el control de la dirección»: se refiere a que personas formadas en el espíritu de la Obra —normalmente los mismos propietarios o gestores del ente en cuestión— deben poder garantizar con su trabajo e influencia que tal instrumento no se aparte de la finalidad profesional y apostólica para el que fue creado, de acuerdo con los propios estatutos, como es habitual en múltiples organizaciones, católicas o no. | →
18b 27 Jn 8,50.
18c →
19a →
20b «obras de San Rafael y de San Gabriel»: los colegios obtienen frutos apostólicos y de evangelización, porque buscan formar cristianamente a los alumnos. Es frecuente que haya quienes deseen mejorar su trato con Dios y aspirar a la santidad en la vida ordinaria. En estos casos, con plena libertad, tanto los alumnos como las familias pueden participar en las labores específicas que el Opus Dei desarrolla para la juventud (obra de San Rafael) o para personas adultas (obra de San Gabriel). Estas dos obras son independientes de la formación cristiana que se imparte en el colegio, y suelen dessarrollarse en otros lugares, como centros juveniles, casas de retiro, etc., o también —en el caso de los padres— en las instalaciones del propio colegio, pero fuera del horario escolar. Cfr. Ernst BURKHART, “Actividad del Opus Dei”, en DJE, pp. 63-71).
20c * 28 1 Co 9,16. | →
21a →
21b 29 Ef 4,14-15.
22a →
22b 30 Cfr. PÍO XI, enc. Divini illius Magistri, p. 59.
23b →
23c 31 Ibid., p. 59. | 32 Ibid., p. 64. | →
24a «oficial u oficiosamente eclesiásticas»: estos criterios, que pueden parecer algo categóricos, quieren impedir la pérdida del carácter eminentemente laical que tienen los colegios de los que está hablando. Ser englobados entre los colegios confesionales terminaría por privarles de una característica, que para el fundador era esencial, como puede verse a lo largo de estas páginas. | →
24c →
25b 33 3 Jn 8.
25c 34 PÍO XI, enc. Divini illius Magistri, p. 63.
26b 35 2 Tm 2,6-7. | →
28a →
28b 36 Tt 3,14.
28d 37 1 P 2,16.
29b →
30b 38 Lc 12,31.