PARTE IV. 1996-2020 EDUARDO MIURA (III Y IV) Y ANTONIO MIURA (III). LA YEGUADA ACTUAL TRAS 178 AÑOS
¿CÓMO SE PERCIBE HOY DÍA EN GENERAL EL CABALLO DE MIURA?
LOS SEMENTALES DE LOS ÚLTIMOS VEINTE AÑOS
RESUMEN DE LAS YEGUAS MADRES SEGÚN LÍNEAS MATERNAS EN LA YEGUADA ACTUAL Y SUS PRODUCTOS (2019)
ACABA ESTE VIAJE... PERO EL CAMINO SIGUE
ANEXO 1. YEGUAS ACTUALES DE MIURA
ANEXO 2. LA POLIVALENCIA DE LOS MIURA ACTUALES EN IMÁGENES
PRÓLOGO
Cuando conocimos a Guillermo, no pensábamos que se estuviera creando una gran amistad y que tuviéramos un punto en común, la afición al caballo.
Todavía recuerdo la primera vez que vino a Zahariche para comprar un potro, el trato se hizo rápidamente, pero lo que me sorprendió es como conocía nuestra ganadería.
Cuando me reuní con Eduardo, mi hermano, le dije que Guillermo se llevaba el caballo y que conocía la ganadería mejor que nosotros y me dio datos que hasta nosotros desconocíamos.
Es verdad que la ganadería de bravo es la que nos ocupaba mas tiempo pero a raíz de conocer a Guillermo empezamos a mirar con mas detenimiento la ganadería caballar y vimos como salieron sementales que tuvieron una gran influencia en la cría y evolución del caballo español.
A nosotros siempre nos ha preocupado mucho la funcionalidad del caballo español, debido al uso que le dedicamos de trabajo con ganado bravo y sobre esa funcionalidad, buscamos la mejor morfología y belleza.
Le agradecemos a Guillermo que eligiera nuestra ganadería para su libro sobre la Historia del Caballo Español y estamos seguros que los lectores y aficionados al caballo apreciaran el gran trabajo realizado.
Antonio Miura Martínez, Eduardo Miura Martínez y
Eduardo Miura Fanjul
INTRODUCCIÓN
¿Por qué hablar de Miura? Tal vez sea porque es una de las ganaderías caballares «fundacionales». Sus ciento setenta y cinco años de antigüedad y su presencia mayoritaria en el fondo de las genealogías de casi todos los caballos que hoy día forman la «pura raza española» (dato que no todos los aficionados, o incluso profesionales, del caballo conocen) dan un aval indiscutible a estos caballos, que siempre han estado a la sombra de la fama de los toros de la mítica ganadería andaluza y española por antonomasia.
Pero no es solo por eso… Cuanto más se adentra uno en los misterios y entresijos de esta casa, cuanto más se repara en detalles aparentemente sin significación pero que constituyen auténticas señales para quien sepa verlas y encajarlas, más crece la sensación de la magnitud de lo que encierra Miura sobre la auténtica historia ganadera de España en la vertiente hipológica y de cría caballar, arraigada en nuestra península desde la mayor revolución de la historia de la humanidad: la revolución neolítica, donde florecieron la agricultura y la ganadería, y con ello la cría y domesticación de animales, destacando entre ellos el caballo, emblema y tótem de los pueblos ibéricos junto al toro, y cuya cría ha estado ligada al desarrollo de la humanidad desde el principio colaborando con él en todos sus logros.
A pesar de su importancia usan un hierro (la famosa «A» con asas) que ni siquiera contiene las iniciales de los ganaderos, no habiendo modificado el que les venía del propietario (Antonio Carica) de una punta de vacas mansas que compraron antes de 1842. Pocos años más tarde, cuando Antonio Miura hizo la primera selección rigurosa de ganado bravo y sus toros y caballos comenzaban a ser conocidos, él quiso mantener ese modesto hierro del primer ganado de cualquier tipo que adquirió tras tomar la decisión de dedicarse al campo. Destacan por detalles como permanecer aún hoy día nombrando a sus caballos y yeguas con antiguos nombres de plantas o pájaros (que suelen repetir con los años y comparten también los toros), con esa austeridad utilitaria campera y sin colocar prefijos o sufijos tan de moda hoy día para darle un «apellido» de marketing o relumbrón al caballo. Miura sigue usando el número romano que le asignaban en Cría Caballar por orden a cada caballo con nombre repetido y que hoy día también asigna la oficina del Libro Genealógico que expide la documentación oficial de cada caballo; el que les toca. La aceptación es parte del aprendizaje vital y de la creación personal de la casa Miura.
Miura es una falta absoluta de ego y una dedicación absoluta al hecho nuclear de ser criador, el entendimiento íntegro del animal y de la naturaleza, la interacción diaria con estos elementos; ganaderos que son jinetes en todas las generaciones desde el principio hasta hoy, la cría, conservación y mejora de unos tipos antiguos, unas formas tradicionales y una raíz cultural. Es una de las lecciones sin palabras más sólidas que uno puede encontrar en las ganaderías de nuestro viejo país ganadero. Esa sencillez les confiere esa solidez, esa falta de personalismo o ego, esa naturalidad y entidad únicas. Esa constancia en el tiempo, dedicación diaria a percibir y escuchar a los animales y al campo, a las estaciones, a los nacimientos y muertes, les aporta una sabiduría serena. Ellos han mantenido con un gran sentido auto-asumido de la responsabilidad admirable el caudal genético, la cultura andaluza del caballo, los tipos originales de la antigua raza andaluza y el actual caballo de «pura raza española» derivado de la reconstrucción y mejora de esta. Y todo en la misma familia, que comenzó en 1842 con la ilusión de un hombre que fabricaba y vendía sombreros en Sevilla, unido a su hijo, que un día sintió esa afición imparable por la ganadería y el campo, dándole su apoyo y participando con él en su nueva actividad. Y cada día, hasta el de hoy, ciento setenta y cinco años después, sus descendientes en sexta generación aún siguen criando –y esto es importante–, montando cada día, estos peculiares caballos de Miura, auténticos pilares de lo que hoy conocemos como el caballo de Pura Raza Español, como protagonistas de su mejora y recuperación.
A principios del siglo XX, cuando se instituyó su primer libro registro o «Studbook» como raza moderna que es en la actualidad, y a lo largo de toda esta andadura, sus descendientes han llegado a lo más alto de la hípica deportiva internacional, tanto en España como en Portugal, como leeremos más adelante. También intentaré llevar a los lectores a esa historia vecina que va de reata con los caballos de Miura, y que es la propia historia del caballo Pura Raza Español tal y como lo conocemos hoy. Esa historia tiene muchísimo que contar, aunque poco se haya contado, sobre todo desde mediados del siglo XIX hasta hoy, a pesar de que la gran mayoría de autores han centrado sus raíces en la época del Imperio español de los Austrias, pasando casi de puntillas por los hechos que acontecieron en época más reciente, que son de tal trascendencia e importancia