Problemas con contraseñas Las contraseñas o sus derivaciones almacenadas internamente pueden ser descifradas o robadas. Durante mucho tiempo, adivinar contraseñas (o la ingeniería social) era uno de los métodos más populares para conseguir el acceso inicial a un sistema informático o una red, y lo sigue siendo. Sin embargo, el robo de credenciales y su reutilización (como los ataques pass-the-hash) ha entrado por la puerta grande en el campo del hackeo de contraseñas en la última media década. Mediante el robo de contraseñas, el atacante normalmente consigue el acceso administrativo a un ordenador o dispositivo y recupera una o más credenciales de inicio de sesión almacenadas en el sistema (ya sea en memoria o en el disco duro). Las credenciales robadas se utilizan después para acceder a otros sistemas que aceptan los mismos datos de inicio de sesión. Casi todos los grandes ataques corporativos han tenido el robo de credenciales como componente de explotación común, tanto es así que la técnica del descifrado de contraseñas ya no se utiliza tanto. El hackeo de contraseñas se tratará en el Capítulo 21.
Ataque de intermediario/MitM El ataque de intermediario o de Man-in-the-Middle (MitM) pone en peligro una conexión de red legítima para obtener acceso a las comunicaciones o participar de ellas maliciosamente. La mayoría de los ataques de intermediario ocurren por fallos de red o de protocolos de aplicación, aunque también pueden llevarse a cabo por un error humano. Actualmente, los ataques de intermediario se producen en redes inalámbricas. Los ataques a redes se tratarán en el Capítulo 33 y los ataques inalámbricos, en el Capítulo 23.
Fugas de información La fuga de información privada puede ser el resultado de una de las formas de hackeo existentes o bien de una acción humana no intencionada (o intencionada). La mayor parte de las fugas de información ocurren a causa de una ubicación descuidada de la misma (y con poca protección) o porque algún hacker ha descubierto el modo de acceder a datos que eran privados. No obstante, los ataques internos, donde un empleado o empresario roba o utiliza de forma intencionada información privada, también es una forma común de hackeo. Muchos de los capítulos de este libro tratan sobre la prevención de las fugas de información.
Configuración errónea También resulta común para usuarios y administradores de ordenadores implementar (a veces sin saberlo) opciones de seguridad muy débiles. No sabría decir cuántas veces he ido a un sitio web público y he encontrado que la mayoría de los archivos críticos estaban marcados con permisos del grupo Todo o Público —y estos permisos son exactamente lo que parecen—. Y cuando se permite a todo el mundo acceder a todos los archivos que desee, tu sitio o los archivos almacenados en él dejarán de ser privados en poco tiempo. La seguridad en sistemas operativos y configuraciones se tratará en el Capítulo 30.
Ataque de denegación de servicio Incluso si no hay nadie que haya cometido un error o que haya dejado una pequeña parte de un software sin parchear, todavía es posible hacer caer de Internet casi cualquier sitio web o cualquier ordenador. Aunque tú seas perfecto, tus ordenadores dependen de uno o más servicios que no lo son, que tú no controlas. Hoy en día, los grandes ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS) pueden hacer caer o perjudicar de forma importante casi cualquier sitio web u ordenador contectado a Internet. Estos ataques suelen contener miles de millones de paquetes por segundo, lo que sobrecarga el objetivo (o sus vecinos de origen o destino). Existen decenas de servicios comerciales (a veces ilegales) que cualquiera puede utilizar tanto para causar un enorme ataque DDoS como para defenderse de él. Los ataques DDoS se tratarán en el Capítulo 28.
Información privilegiada/socio/asesor/proveedor/terceros Incluso si toda tu red y todos sus ordenadores están perfectos (que no lo están), puede ocurrir un fallo en un ordenador conectado de un socio o de un empleado interno. Esta categoría es muy amplia e implica varios de los métodos de hackers.
Error de usuario Esta categoría de intrusión también implica varios métodos de hackeo. Por ejemplo, un usuario puede enviar de forma accidental información privada a un usuario no autorizado simplemente introduciendo un carácter mal escrito en una dirección de correo electrónico. Otro usuario puede olvidarse por error de parchear un servidor en riesgo o configurar un permiso equivocado. Un error común de usuario es cuando alguien responde a un correo electrónico pensando que dicha respuesta es privada o que va dirigida a una breve lista de gente, pero en realidad está contestando a una amplia lista o, incluso, a alguien de quien se está hablando mal. Señalo estos errores de usuario por separado porque a veces ocurren y los hackers están preparados para sacar partido de ellos.
Acceso físico El saber popular dice que si un atacante tiene acceso físico a un activo, este simplemente lo robará todo (uf, tu teléfono móvil ha desaparecido) y lo destruirá o se saltará todas las protecciones para acceder a la información privada. Y esta percepción se ha demostrado bastante precisa hasta el momento, incluso contra las defensas que están explícitamente destinadas a proteger dicho activo ante cualquier ataque físico. Por ejemplo, muchos programas de cifrado de discos pueden ser vencidos por el atacante con un microscopio electrónico para obtener las claves secretas de protección identificando por separado los electrones que componen dichas claves. O la RAM puede congelarse con aire comprimido para traducir la clave secreta encriptada en texto sin cifrar debido a un fallo en la manera en que la memoria almacena físicamente la información.
Escalada de privilegios Cada hacker utiliza uno de los métodos de intrusión descritos en las secciones anteriores para explotar inicialmente un sistema objetivo. La única cuestión tras haber conseguido entrar es con qué tipo de acceso de seguridad se encontrará. Si están explotando un programa o un servicio informático que se ejecuta en el contexto de seguridad del mismo usuario, solo tendrán por el momento los mismos privilegios y permisos de acceso que el usuario conectado. O pueden conseguir el Santo Grial del sistema y obtener el acceso completo al sistema administrativo. Si el atacante solo cuenta con permisos de acceso normales y sin privilegios, entonces, por lo general ejecuta un segundo ataque de escalada de privilegios para intentar obtener un mayor acceso privilegiado. Los ataques de escalada de privilegios abarcan toda la gama, esencialmente duplicando los mismos enfoques que para la intrusión, pero empiezan por el punto de partida más alto de tener como mínimo algún acceso. Los ataques de escalada de privilegios son generalmente más fáciles de llevar a cabo que las explotaciones iniciales. Y como dichas explotaciones iniciales tienen el éxito siempre garantizado, la escalada de privilegios resulta mucho más fácil.
Garantía de un acceso futuro más fácil
Aunque es opcional, una vez un atacante ha obtenido el acceso inicial, la mayoría de los hackers trabajan implementando un método adicional que asegure que podrán acceder de forma más rápida y sencilla al mismo activo o software la próxima vez. Para muchos hackers, esto significa situar una puerta trasera (backdoor) conocida por la cual puedan conectarse directamente en ocasiones futuras. Otras veces, significa descifrar contraseñas o crear nuevas cuentas. El atacante siempre puede utilizar las mismas explotaciones que ya han funcionado con éxito la última vez para conseguir el acceso inicial, pero por lo general quiere otro método que funcione incluso si la víctima soluciona el problema que antes funcionaba.
Reconocimiento interno
Una vez que la mayoría de los hackers han accedido al sistema, empiezan a ejecutar múltiples comandos o programas para saber más sobre el objetivo y qué es lo que está conectado a él. Por lo general, esto significa buscar conexiones de redes en la memoria y en el disco duro, e identificar usuarios, recursos compartidos, servicios y programas. Todas esta información se utiliza para entender mejor el objetivo y sirve como punto de inicio para el siguiente ataque.
Movimiento
No