|
Director de la colección: Fernando Sapiña Coordinación: Soledad Rubio |
Esta publicación no puede ser reproducida, ni total ni parcialmente,
ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperación de información,
en ninguna forma ni por ningún medio, ya sea fotomecánico, fotoquímico,
electrónico, por fotocopia o por cualquier otro, sin el permiso previo de la editorial.
© Fernando J. Ballesteros Roselló, 2008
© De la presente edición:
Càtedra de Divulgació de la Ciència, 2008
Publicacions de la Universitat de València, 2008
Producción editorial: Maite Simón
Interior
Diseño: Inmaculada Mesa
Corrección: Communico, C.B.
Cubierta
Diseño original: Enric Solbes
Composición: el autor
Grafismo: Celso Hernández de la Figuera
ISBN: 978-84-370-6841-1
Realización ePub: produccioneditorial.com
Premios Literarios Ciutat d’Alzira 2006
Esta obra obtuvo el XII Premio Europeo de Divulgación Científica Estudi General, instituido por la Universitat de València y el Ayuntamiento de Alzira y con el apoyo de Bancaixa. Formaban parte del jurado Aurelio Beltrán, Consuelo Berenguer, Manuel Costa, Vicent J. Martínez y Fernando Sapiña.
A Herminia,
por ser la estrella
que ilumina mi vida.
PRÓLOGO
Durante muchos años he ofrecido conferencias de divulgación científica en distintos países y sobre diversos temas, generalmente relacionados con la astronomía y mi trabajo en el Observatorio de Arecibo. Sin importar el tema particular de la conferencia, la pregunta siempre surge: ¿Hemos contactado con «ellos» desde Arecibo?
Mi respuesta negativa no satisface a nadie, a unos –creyentes– les confirma la sospecha de una prohibición desde las esferas más altas del gobierno a divulgar el secreto por «razones de estado», para otros es simplemente decepción de que sea así.
Las «razones de estado» tienen que ver con la idea de que, al estilo de la película Contact, los mensajes recibidos contienen información importante y útil que daría grandes ventajas a quien la poseyera. En este entretenido libro, Fernando Ballesteros le hará entender las varias razones por las que esto resulta mucho más difícil de lo que se imagina.
La decepción es causada por el deseo de muchos de que sea cierto que los extraterrestres nos hablan, que quizá ya se encuentran entre nosotros, como piensan los aficionados a los ovni. Sería fascinante que fuera cierto, un descubrimiento más que extraordinario, la respuesta a una pregunta milenaria. Hay posiblemente una profunda raíz psicológica en este deseo de querer saber si estamos solos en este enorme universo, y de necesitar creer en algo más allá de nuestro limitado mundo, tanto en el espacio como en el tiempo.
Hay otros para los cuales los extraterrestres encarnan una nueva esperanza frente a una realidad desesperanzadora, de cara a unos rancios dioses en bancarrota, difíciles de aceptar en el mundo presente para cualquiera que tenga dos dedos de frente. Posiblemente, la consecuencia más trascendental de la noticia que nos presenta Ballesteros al inicio del libro sería el duro golpe que daría a casi todas las religiones que de alguna u otra forma postulan la creación especial del humano.
No hay duda entonces de que el tema da para muchas discusiones científicas y filosóficas, como también para muchas especulaciones, las cuales muchas veces, por falta de un marco de referencia, caen en pura pseudociencia.
En Gramáticas extraterrestres, Ballesteros nos provee este marco de referencia, presentando los argumentos más relevantes del tema con claridad, erudición y humor, algo nada fácil de obtener, y que le ha hecho merecedor del Premio Europeo de Divulgación Científica. Con gran maestría y un claro dominio de las ideas y los hechos relevantes, el autor nos narra brevemente la increíble historia de nuestro planeta, con el fin de sentar las bases para considerar con quiénes, cómo y con qué se podría establecer algún tipo de comunicación, y fundamentalmente si tal comunicación sería posible.
Entre las consideraciones que nos presenta el texto surge la posibilidad de que la vida pudiera haberse originado primero en Marte, para luego «contaminar» la Tierra, o como dice Ballesteros: «Quizá, después de todo, los marcianos seamos nosotros». Quizá, y a mí me explicaría un montón de cosas.
Daniel Roberto ALTSCHULER STERN*
Catedrático de Física, Universidad de Puerto Rico
Senior Research Associate, Observatorio de Arecibo
* El profesor Daniel R. Altschuler fue el director del Observatorio de Arecibo entre los años 1991 y 2003.
AGRADECIMIENTOS
Incluso cuando un libro está firmado por un único autor, nunca es labor de una sola persona. Todo libro es en realidad el resultado de una labor colectiva en la que interviene en mayor o menor grado mucha gente, y sin cuya participación éste nunca saldría a la luz. Por ello quiero expresar aquí mis agradecimientos a todos aquellos que han permitido que Gramáticas extraterrestres esté ahora entre sus manos.
En primer lugar, deseo expresar mi agradecimiento al Ayuntamiento de Alzira, a la Editorial Bromera y a la Universitat de València por hacer posible la existencia de este Premio Europeo de Divulgación Científica Estudi General. Considero que la divulgación científica es una tarea indispensable en el quehacer de los científicos. En una sociedad como la nuestra, tan modelada por los productos de la ciencia, es indispensable que aquélla adquiera unos saberes que podríamos llamar científicos, para enfrentarse con conocimiento de causa, rigor y escepticismo a los desafíos (algunos de ellos, terribles) del mundo actual. Para ello, resulta imprescindible la tarea de la divulgación científica. Por tanto, la existencia de un premio que recompensa precisamente divulgar la ciencia supone una gran alegría para mí.
Quiero también dar mi agradecimiento al equipo editorial de Publicacions de la Universitat de València, que ha estado siempre al otro lado del teléfono y del ordenador para ayudarme en todo lo que ha hecho falta durante el proceso de producción. En especial, deseo agradecer la ayuda de Maite Simon y de Soledad Ru-bio. También deseo dar las gracias a Fernando Sapiña, director de la colección, por sus atinados consejos y su ayuda en algunos momentos difíciles del proceso.
Especialmente deseo expresar mi agradecimiento a mis colegas (y amigos) Alberto Fernández, Amelia Ortiz, Bartolo Luque, Javier Díez, Vicent Martínez, Juli Peretó y Daniel Altschuler. Sus correcciones, sugerencias y fructíferas conversaciones han resultado una ayuda inigualable para que este libro adoptara la forma que finalmente tiene y llegara a feliz término. En especial, quiero agradecerle a Daniel el haberse tomado la molestia de escribir el prólogo de este libro y a Juli su inigualable ayuda en los capítulos biológicos del libro. También