El masaje deportivo. Anatolik Andreewicz Biriukov. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Anatolik Andreewicz Biriukov
Издательство: Bookwire
Серия: Masaje
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9788499108469
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o un fuerte pellizco.

      El masaje del tejido conjuntivo se divide en tres técnicas de acuerdo con el método de ejecución:

      1) masaje de la piel cuando se desplaza sólo la piel y no la capa subcutánea;

      2) masaje subcutáneo cuando se desplaza la capa subcutánea y no las fascias;

      3) masaje de las fascias cuando el desplazamiento se produce en ellas.

      La acción del masaje del tejido conjuntivo se basa en la excitación por tensión de determinados receptores (mecanorreceptores de la piel, de los tejidos subcutáneos y del tejido conjuntivo de los vasos) y provoca distintos reflejos que pueden influir en los órganos inervados por el sistema nervioso vegetativo. Asimismo influyen en las funciones reguladas vegetativamente.

      El masaje perióstico. El masaje perióstico actúa en las superficies óseas o en el periostio. Se efectúa con las puntas de los dedos o con las articulaciones interfalángicas.

      La acción del masaje perióstico consiste en aumentar, en el lugar de la presión, la circulación y la regeneración de células, en particular de los tejidos del periostio. Dicho masaje ejerce una influencia refleja en los órganos por vías nerviosas con la superficie del periostio donde se hace el masaje.

      Datos experimentales permiten afirmar que, después de un masaje periótico en la zona de las vértebras cervicales o en la zona de la nuca, aumenta la agudeza de visión (factor importante para el tiro olímpico); después de un masaje en la zona del segmento del corazón (costillas y esternón) disminuye la frecuencia cardíaca en un promedio de 16 unidades/mn. Asimismo aumenta el ahorro de la actividad del músculo cardíaco.

      El masaje perióstico influye claramente en la respiración. Se utiliza por tanto como medio auxiliar para curar a enfermos que padecen alteraciones de la función respiratoria. Es particularmente útil cuando se produce una fuerte disminución del intercambio respiratorio de los pulmones y una alteración del intercambio de gases.

      El masaje peróstico también está indicado cuando hay partes doloridas en el periostio o se han producido cambios morfológicos. Es el mejor método para curar las artrosis costales o vertebrales, o las articulaciones intervertebrales que presentan síndrome de dolor.

      La técnica del masaje perióstico es sencilla si se domina la técnica del masaje clásico. La punta del dedo o la articulación interfalángica se colocan sobre el punto de dolor, se apartan los tejidos blandos que lo recubren (ante todo los músculos) para lograr el mejor contacto posible con el periostio y, con un progresivo aumento de la presión, se aprieta sobre dicho punto al mismo tiempo que se efectúan movimientos circulares. Luego se disminuye la presión sin interrumpir el contacto con la piel. Los ciclos de aumento y disminución de la presión duran entre 4 y 6 segundos y se reiteran durante 2-4 minutos.

      Tras actuar en cada punto con la punta del dedo pulgar (o con la yema del dedo pulgar), la duración de la sesión de masaje no debe superar los 18 minutos. Su frecuencia será de unas tres veces semanales.

      El masaje segmentario. Cualquier enfermedad no es sólo local, sino que siempre afecta a todo el organismo. Un foco patológico en la piel, los músculos, el tejido conjuntivo y el periostio provoca transformaciones en órganos y tejidos que son principalmente inervados por los mismos segmentos de la médula espinal (cuadro 1). La eliminación de dichas alteraciones mediante el masaje (como complemento a una terapia médica) permite restablecer el estado normal del organismo.

INERVACIÓN SEGMENTARIA DE LOS ÓRGANOS INTERNOS
ÓrganoSegmentos de la médula espinal
Corazón, parte ascendente de la aortaC 3-4D 1-8
Pulmones y bronquiosC 3-4D 3-9
EstómagoC 3-4D 5-9
IntestinosC 3-4D 9-L1
Intestino rectoD 11-12L 1-2
Hígado, vesícula biliarC 3-4D 6-10
PáncreasC 3-4D 7-9
BazoC 3-4D 8-10
Riñones, uretrasD 1D 10-12
VesículaD 2L 3. S2-4
PróstataD 10-12L 5, S1-3
ÚteroD 10L3
OvariosD 12L2

      C: Cervicales; D: Dorsales; L: lumbares; S: Segmentos de la médula espinal sacros.

      Desde el punto de vista fisiológico, la aparición de zonas de mayor sensibilidad se debe a que las excitaciones dolorosas van, a través de las fibras simpáticas, desde los órganos internos al cerebro, e irradian en todas las células sensibles de un segmento.

      Esta excitación se proyecta en aquellas zonas de la piel que están relacionadas con dicho segmento. Sabemos, por ejemplo, que en caso de cardioesclerosis y en los fenómenos de estenocardia, las sensaciones de dolor se dejan sentir en el brazo izquierdo, y dichas zonas están en la superficie interna del hombro, en la zona axilar, cerca del omóplato.

      Las zonas superficiales de la piel con mayor sensibilidad a las sensaciones de dolor durante las enfermedades de los órganos internos, han recibido el nombre de zonas de Zajarin-Gued. El clinicista ruso G. A. Zajarin las describió por primera vez en 1889.

      Gued en 1893-1896 hizo una descripción más profunda de la relación de los órganos internos con determinadas zonas de la piel.

      En el caso de enfermedades de los órganos internos, a veces surgen largas y dolorosas tensiones de la musculatura del esqueleto. Por ejemplo, en enfermedades hepáticas y de las vías biliares se observan alteraciones reflejas en el músculo trapecio, en el músculo dorsal ancho de la espalda, en enfermedades de la pleura, en el músculo estemocleidomastoideo, etc.

      Los estados patológicos de unos órganos provocan alteraciones en el estado funcional de otros. Por ejemplo, el aumento de la presión intraocular implica una disminución del ritmo de la frecuencia cardíaca, las enfermedades hepáticas alteran la circulación sanguínea, etc.

      El hecho de establecer las relaciones funcionales entre todas las partes del organismo humano ha permitido desarrollar los métodos segmentarios-reflejos para la fisioterapia, y en particular para el masaje. Los investigadores han demostrado que, al actuar mediante factores físicos en la superficie del cuerpo y en determinadas zonas, es posible influir en funciones vitales del organismo.

      A partir del estudio de los datos anatomofisiológicos y de los resultados de las investigaciones clínicas, se ha concedido una especial importancia a algunas zonas cutáneas.

      La zona del cuello y la nuca y la parte superior del pecho (zona del cuello) comprende la piel de la superficie del cuello, de la nuca, de los hombros, la parte superior de la espalda y del pecho. Toda esta zona cutánea está estrechamente relacionada con los segmentos cervicales y de la parte superior dorsal de la médula espinal (C4-D2) y por las formaciones de la parte cervical del sistema nervioso vegetativo. La sección cervical del sistema nervioso vegetativo está relacionada con los centros vegetativos del cerebro y tiene enormes vínculos periféricos que le permiten desempeñar un importante papel en la inervación del cerebro, corazón, pulmones, hígado y otros órganos y tejidos de la cabeza, de la parte superior del pecho, la espalda y extremidades superiores.

      La acción del masaje sobre los segmentos cutáneos de la zona del cuello puede provocar transformaciones funcionales del sistema nervioso central que concentra la regulación de la actividad vegetativa del organismo, y lograr una respuesta refleja bajo la forma de distintas reacciones fisiológicas por parte de los órganos y tejidos (procesos de intercambio, termorregulación, etc.).

      La zona lumbar comprende la piel de esta zona de los glúteos, de la parte inferior del vientre y del tercio superior de los muslos. Toda esta zona cutánea está relacionada con los segmentos inferiores del pecho (D10-D12), los segmentos lumbares y del sacro de la médula espinal, con la parte lumbar de la sección simpática del sistema nervioso vegetativo y de sus centros parasimpáticos.