© Editorial Melusina, s.l., 2008
www.melusina.com
Imágenes de cubierta: Bombing Disneyland, Toni Sánchez-Tena, 2007
Diseño gráfico: Toni Sánchez-Tena
Imágenes de guardas: Adoración de los grandes alfa;
Esquema de la historia cultural de Barcelona, Efrén Álvarez, 2008
Primera edición, 2008
Primera edición digital, 2020
Reservados todos los derechos.
Fotocomposición: Víctor Igual, s.l.
eisbn-13: 978-84-18403-15-6
Contenido
El odio por venir, Carol París
Barcelona Arcade, Robert Juan-Cantavella
Barcelona, la gran madame, Llucia Ramis
Formulario de entrada, Óscar Gual
Flashback, feedback & forward, Philipp Engel
Sobre la reducción urbana a simple logo o cómo se puede llegar a odiar una letra, Matías Néspolo
La estrella de cinco puntas (no se lo digas a nadie), Lucía Lijtmaer
De este rebaño no tira cabestro, Javier Blánquez
Viaje-Experiencia odio barcelona, Agustín Fernández Mallo
Nota a la presente edición
El proyecto de libro que el lector tiene en sus manos se fragua de manera nada inocente en el cuartel general de la editorial Melusina a principios de 2008. La idea original tenía que ver con dar carta blanca a doce autores jóvenes para que escribiesen, con total libertad y sin ningún tipo de censura, acerca de sus impresiones sobre Barcelona. Como es bien sabido, no hay nada que una más a dos personas que hablar mal de una tercera, así que, en primera instancia, todos sospechamos que esta propuesta editorial iba a dar rienda suelta a toda clase de exabruptos, quejas e improperios de la peor ralea. Sin embargo, y como siempre ocurre con cualquier plan que se precie de excitante, el resultado ha sido de lo más inesperado. La primera seña de identidad que une a estos doce ensayos estriba en que la mayoría de sus autores, en uno u otro período, fueron colaboradores de la ya extinta revista de cultura Lateral —éste tampoco es un dato inocente—. Los otros dos rasgos que definen a gran parte de la nómina de autores de la antología es que nacieron con posteridad a 1975 y viven o han vivido en la Ciudad Condal.
Existen tres vértices externos al proceso de creación de la obra que la han condicionado en mayor o menor medida desde sus inicios. Uno, la canción «I Hate Heaven» del grupo norteamericano The Residents, en la que se inspira el título de esta antología. Dos, aquella vieja máxima de Nabokov según la cual cualquier mente lo bastante orgullosa como para no formarse en la disciplina tiene la obligación, aunque sólo sea por diversión, de dejar caer con cautela su bomba particular sobre la ciudad moderna del sentido común. Tres, el hartazgo generalizado que muchos de los que vivimos en Barcelona sentimos frente a la situación en la que se encuentra la ciudad.
Este compendio de ensayos no nace con ningún otro ánimo más allá del de dar cabida a un conjunto de reflexiones que intuimos pululan en el inconsciente colectivo de un sector de la población barcelonesa. Los textos, como el lector podrá comprobar una vez se adentre en ellos, no son representativos de un sentir delimitado y estanco, sino el reflejo de una serie de contradicciones que convergen exclusivamente en su cariz
libre y vigorizante.
La editorial Melusina se hace responsable de todas las opiniones vertidas en este libro.
Ana S. Pareja
Ríos perdidos, Javier Calvo
Dedicado a Tomás Nochteff y Carmen Burguess
1. sinclairiana
Una mitología de resistencia, materialista y psicoanalítica.
Material martirológico para una guerrilla imaginaria. Todas las guerrillas necesitan murales en su territorio. Los nombres y las caras de sus mártires, para reforzar la moral de las tropas. Para representar públicamente el significado de la lucha. El martirio como sentido último de los eventos de la historia, una idea procedente del periodo poscanónico del judaísmo, de justificación doble: (1) el martirio representa una necesidad causal en la gran lucha entre el orden divino y el satánico. El Gran Adversario no permite una puesta en práctica pura del plan de Dios, por lo menos no en la era presente. (2) Al mismo tiempo, el martirio hace de antesala de la nueva era. La muerte se convierte en victoria, el martirio es un sacrificio expiatorio y a Satanás solamente se lo destronará mediante ese sufrimiento aceptado. Ésa es la doble justificación del martirio en la literatura apocalíptica precristiana: causalmente es ineludible y teleológicamente está completamente lleno de sentido.
El terreno de batalla de nuestra guerrilla imaginaria será el tiempo. Expulsados de la ciudad corporativo-institucional, los resistentes buscaremos el punto débil del ocupante: el tiempo. El tiempo como Camino de Baldosas Amarillas que lleva al Mercado Global de Oz. Y para asaltar el tiempo, nuestro mesías será Iain Sinclair, el apóstol de las desapariciones. Al tiempo del progreso capitalista, le opondremos el tiempo del regreso sinclairiano. Dice Sinclair: «Es posible acceder caminando a lo previo, como acontecimiento, todavía fiel al momento presente … El pasado es una ficción que nos absorbe. No necesita pasaporte, doblas la esquina y está contigo. Las cosas que se hacen ahí son naturales, son cosas que haces tú. Desprendido de esa sombra no eres nada, no hay nada. No tienes ninguna otra existencia». Y más adelante: «Te permites a ti mismo quedar saturado de esa solución del pasado, involuntariamente, sin querer, hasta que el lugar donde estás se ha convertido en otro. Y entonces puedes vivirlo, y entonces existe».
Al tiempo congelado de la hiperrealidad turística le opondremos el tiempo secreto del ritual sagrado. Al tiempo posmoderno de la «Tradición más Modernidad» del psc le opondremos el tiempo infinito de lo desaparecido para siempre. De la piedra arrancada.
Un idioma de runas ilegibles. Un signario estrictamente pagano, anterior a toda cultura imperial, a todo idioma institucional. Bustos de diosas primitivas, Deméter/Tánit, trozos de piedras y huesos de santos. Grafitis de resistencia.
tesis 1: En el antiguo sitio sagrado, el mural reactiva el altar.
2. el manantial de la diosa
La ciudad corporativo-institucional es un acto de magia negra. No es Barcelona,