El gallo, el gato y el ratón. J. de La Fontaine

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      FÁBULAS Y LEYENDAS

       “El gallo, el gato y el ratón”

      Autor: Jean de la Fontaine

      Adaptación: Isidro Sánchez

       Ilustraciones: Isidre Monés

      Dirección de la obra: J.M. Parramón Homs

      © Copyright ParramónPaidotribo-World Rigths

       Published by Parramón Paidotribo, S.L., Badalona, Spain

      ISBN Obra Completa: 84-7712-393-4

       ISBN Tomo 5: 84-7712-398-5

      ISBN Epub: 978-84-9910-345-7

      Un buen día, el ratoncito decidió salir de su casa, para ver mundo.

      —Ten cuidado —le dijo su madre, que salió a despedirlo a la puerta—. Y no te dejes engañar, porque muchas veces las cosas no son lo que parecen.

      El ratoncito se echó al hombro el hatillo con un pantalón, dos camisas y un trozo de queso que le había preparado su madre para el viaje y respondió:

      —Puedes estar tranquila, mamá. Sabré defendérmelas yo solo.

      Y se alejó, muy contento, por el camino, después de haberle dado un fuerte abrazo a su madre.

      Un buen día, el ratoncito decidió salir de su casa, para ver mundo.

       —Puedes estar tranquila, mamá —se despidió—. Sabré cuidarme yo solo.

      El ratoncito hizo el primer trecho del camino silbando. Pero cuando se hubo alejado bastante de su casa, se detuvo, indeciso, en un cruce de caminos. Había dos letreros, que señalaban direcciones opuestas. Pero el ratoncito ya sabía leer y no tuvo ningún problema para orientarse.

      «A la granja», leyó en uno de los letreros, mientras se decía que saber leer es una gran cosa para poder ir solo por el mundo. «A la ciudad», leyó después en el otro letrero.

      El ratoncito se decidió por ir en primer lugar a la granja, puesto que disponía de tiempo para conocer los dos lugares.

      Y se alejó de su casa silbando, hasta que se detuvo, indeciso, en un cruce de caminos.

      «A la granja; a la ciudad», leyó en dos letreros. Como disponía de tiempo, decidió ir primero a la granja.