Los caprichos. Francisco Jose de Goya y Lucientes. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Francisco Jose de Goya y Lucientes
Издательство: Public Domain
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Жанр произведения: Зарубежная классика
Год издания: 0
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      Francisco José de Goya y Lucientes

      Los caprichos

      1 – Francisco Goya y Lucientes, pintor

      § Verdadero retrato suyo, de mal humor y gesto satírico.

      ¶ Verdadero retrato suyo, de gesto satírico.

      2 – El sí pronuncian y la mano alargan al primero que llega

      ¤ Facilidad con que muchas mujeres se prestan a celebrar matrimonio esperando vivir en él con más libertad.

      § Los matrimonios se hacen regularmente a ciegas: las novias adiestradas por sus padres se enmascaran y atavían lindamente para engañar al primero que llega. Ésta es una princesa con máscara, que luego ha de ser una perra con sus vasallos, como lo indica el reverso de su cara imitando un peinado: el pueblo necio aplaude estos enlaces; y detrás viene orando un embustero en traje sacerdotal por la felicidad de la Nación. (Bodas de las Camaristas).

      ¶ Reprende los matrimonios a ciegas, como los de las princesas y camaristas.

      3 – Que viene el coco

      ¤ Abuso funesto de la primera educación. Hacer que un niño tenga más miedo al coco que a su padre, y obligarle a temer lo que no existe.

      § Las madres tontas hacen medrosos a los niños figurando el coco; y otras peores se valen de este artificio para estar con sus amantes a solas cuando no pueden apartar de sí a sus hijos.

      ¶ Las madres meten miedo a sus hijos con el coco para hablar con sus amantes.

      4 – El de la Rollona

      ¤ La negligencia, la tolerancia y el mimo hacen a los niños antojadizos, obstinados, soberbios, golosos, perezosos e insufribles. Llegan a grandes y son niños todavía. Tal es el de la Rollona.

      § Los hijos de los Grandes se crían siempre niñotes, chupándose el dedo, atiborrándose de comida, arrastrados por los lacayos, llenos de dijes supersticiosos, aun cuando ya son barbados.

      ¶ Los hijos de los grandes se atiborran de comida, se chupan el dedo y son siempre niñotes, aun con barba, y así necesitan que los lacayos los lleven con andaderas.

      5 – Tal para cual

      ¤ Muchas veces se ha disputado si los hombres son peores que las mujeres o lo contrario. Los vicios de unos y otros vienen de la mala educación, donde quiera que los hombres sean perversos, las mujeres lo serán también. Tan buena cabeza tiene la señorita que se representa en esta estampa como el pisaverde que le está dando conversación, y en cuanto a las dos viejas, tan infame es una como la otra.

      § La Reina y Godoy cuando era guardia, y los burlaban las lavanderas. Representa una cita que han proporcionado dos alcahuetas, y de que se están riendo, haciendo que rezan el rosario.

      ¶ María Luisa y Godoy.

      6 – Nadie se conoce

      ¤ El mundo es una máscara, el rostro, el traje y la voz, todo es fingido. Todos quieren aparentar lo que no son, todos engañan y nadie se conoce

      § Un general afeminado o disfrazado de mujer en una fiesta, se lo está pidiendo a una buena moza; él se deja conocer por los bordados de la manga; los maridos están detrás, y en vez de sombreros, se figuran con tremendos cuernos como un unicornio. Al que se tapa bien, le sale derecho; al que no, torcido.

      ¶ El mundo es una máscara; el rostro, el traje y la voz, todo es fingido. Un general afeminado obsequia a madama delante de otros cornudos.

      7 – Ni así la distingue

      ¤ ¿Cómo ha de distinguirla? Para conocer lo que ella es no basta el anteojo, se necesita juicio y práctica de mundo, y esto es precisamente lo que le falta al pobre caballero.

      § Se ciegan tanto los hombres lujuriosos, que ni con lente distinguen que la señora que obsequian es una ramera.

      ¶ Para conocer lo que es, no basta el anteojo, se necesita juicio.

      8 – ¡Que se la llevaron!

      ¤ La mujer que no sabe guardar es del primero que la pilla, y cuando ya no tiene remedio se admiran de que se la llevaron.

      § Un eclesiástico que tiene un amor ilícito busca un gañán que le ayuda al rapto de su querida.

      ¶ La mujer que no se sabe guardar, es del primero que la pilla.

      9 – Tántalo

      ¤ Si él fuese más galán y menos fastidioso ella reviviría.

      § Una buena hembra al lado de un viejo que no la satisface tiene deliquios, y es como el que tiene sed, está junto al agua, y no puede gustarla.

      ¶ Si él fuese más galán, ella reviviría. Esto sucede a los viejos que se casan con las mozas.

      10 – El amor y la muerte

      ¤ Ve aquí un amante de Calderón que por no saberse reír de su competidor muere en brazos de su querida y la pierde por su temeridad. No conviene sacar la espada muy a menudo.

      § De los amores ilícitos no suelen seguir más que ruidos y pendencias.

      ¶ No conviene sacar la espada muchas veces: los amores exponen a pendencias y desafíos.

      11 – Muchachos al avío

      ¤ Las caras y el traje están diciendo lo que ellos son.

      § Los contrabandistas en acecho de cuantos pasan, cerca de un camino, poco se diferencian de los ladrones.

      ¶ Los contrabandistas andaluces, cerca de un camino, pasan pronto a ser bandidos.

      12 – A caza de dientes

      ¤ Los dientes de ahorcado son eficacísimos para los hechizos, sin este ingrediente no se hace cosa de provecho. Lástima que el vulgo crea tales desatinos.

      § Por salirse con la suya, sobre todo si está enamorada, es capaz de arrancar los dientes a un ahorcado.

      ¶ Los dientes del ahorcado son eficacísimos para hechizos. ¡De qué es capaz una mujer enamorada!

      13 – Están calientes

      ¤ Tal prisa tienen de engullir que se las tragan hirviendo. Hasta en el uso de los placeres son necesarias la templanza y la moderación.

      § Los frailes estúpidos se atracan bien en sus refectorios y se ríen del mundo; ¡qué han de hacer después sino estar calientes!

      ¶ Los frailes estúpidos se atracan, allá a sus horas, en los refectorios, riéndose del mundo; ¡qué han de hacer sino estar calientes!

      14 – ¡Qué sacrificio!

      ¤ Como ha de ser, el novio no es de los más apetecibles, pero es rico, y a costa de la libertad de una niña infeliz se compra el socorro de una familia hambrienta. Así va el mundo.

      § El vil interés obliga a los padres a sacrificar una hija joven y hermosa casándola con un viejo jorobado, y no falta un cura que apadrine semejantes bodas.

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