Versos Breves
sobre
Coches
Juan Moisés de la Serna
Editorial Tektime
2022
“Versos Breves sobre Coches”
Escrito por Juan Moisés de la Serna
1ª edición: enero 2022
© Juan Moisés de la Serna, 2022
© Ediciones Tektime, 2022
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Prólogo
Los coches a diario
por la carretera pasaba
desde bien temprano
allí se les escuchaba.
De madrugada viajan
pues al trabajo llegaba
de esa manera así
el atasco se evitaba.
Una hora más tarde
una gran cola se prestaba
y a todos en la carretera
por horas allí se paraba.
AMOR
Dedicado a mis padres
1. LOS COCHES A DIARIO
Los coches a diario
por la carretera pasaba
desde bien temprano
allí se les escuchaba.
De madrugada viajan
pues al trabajo llegaba
de esa manera así
el atasco se evitaba.
Una hora más tarde
una gran cola se prestaba
y a todos en la carretera
por horas allí se paraba.
Los más madrugadores
en eso no se quedaba
y así entraban a su hora
y la cola se evitaba.
Luego horas tenían
mientras tranquilos se esperaba
a que el resto de sus compañeros
a la oficina alcanzaba.
Ellos todavía seguían
la cola allí no avanzaba
y mucha paciencia perdía
mientras amanecer empezaba.
El que había madrugado
así el tiempo aprovechaba
y con mucho esfuerzo
temprano se levantaba.
AMOR
2. UNA MAÑANA TEMPRANO
Una mañana temprano
en que no podía dormir
me levanté de la cama
y me puse a escribir.
Un rato allí llevaba
cuando al reloj miré
y en el vi con asombro
que mucho hoy madrugué.
Las cuatro de la mañana
no lo podía creer
me acerqué a la ventana
de noche debía ser.
El cielo estaba estrellado
nunca he visto nada igual
estrellas por todos lados
podía allí admirar.
En la vida que llevamos
siempre tan atareados
casi ni cuenta nos damos
que estamos rodeados.
Por bellezas imposibles
siquiera de imaginar
en esa naturaleza
que con nosotros está.
Esos campos que floridos
no miramos al pasar
cuando vamos en el coche
a toda velocidad.
En esa puesta de sol
con sus muchos coloridos
no nos paramos a ver
y nos lo hemos perdido.
Esa brisa mañanera
que refrescando está
ese caluroso agosto
¿También te la perderás?
Son detalles que a diario
vamos dejando pasar
es lo mejor de la vida
no lo sabemos disfrutar.
Ese jilguero que canta
que se acerca a mirar
curioso por tu ventana
no te quiere molestar.
Su trino habla del sol
o del azul de la mar
de brisas que acarician
y no supiste escuchar.
Muy ocupado estabas
para ponerte a oír
que el pájaro quería
la belleza compartir.
Es la vida, nuestra vida
no sabemos apreciar
las bellezas que hay en ella
sólo hace falta parar.
De las carreras diarias
de ir de acá para allá
de tantas preocupaciones
que no podemos dejar.
Por admirar ese cielo
la pena ha merecido
he visto a las estrellas
contemplarlas he podido.
El madrugón no importa
gracias a él he podido